Dirty desire. [One-shot.]

Escritor : Unknown | Hora : 21:32 | Categorías : Anime. Fairy Tail. Hetero. Lemon.

Autor del one-shot: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal.
Nombre del one-shot: Dirty desire.
Tema: Fairy Tail, GaLe (Gajeel x Levy.), anime, lemon, +18.

Deslizándose el agua discretamente por los límites de su piel desnuda, los gemidos placenteros que emitían los labios de aquella joven de cabello índigo provocan una siniestra sonrisa que rayaba lo obsceno en su íntimo acompañante, quien, con una pericia propia de un dios del sexo, perpetraba en la muchacha tan intensa actividad que sentía como el alma de ella se derretía sobre él, sobre su masculinidad, sobre sus fornidos pectorales de mármol blanco, de hierro forjado por los dioses. Deslizándose su espalda a lo largo de la corporeidad de él mientras sentía como su cuerpo se tensaba al ritmo de aquel sinuoso y sexual baile era lo que más cerca la hacía sentir de un éxtasis perpetuo y continuo.
Y no quiso que parara.


Él, embravecido por la suave y sedosa piel de alabastro que la muchacha le mostraba, seductora como nunca antes la había visto, no podía sino tratar de dominarla más aún, pues aún ella temblando ante él, aparentaba una seguridad que enardecía la virilidad del apuesto varón. Los brazos tensos en torno a las caderas de ella, su sonrisa altiva, sus gestos provocativos y sus movimientos precisos no mellaban el intenso magnetismo sexual de la joven. Sentía, en lo más profundo de su ser, como ella se resistía a que él la dominara del todo. Pero se dejaba hacer. Y eso a él lo volvía loco. No quería que la chica le permitiera hacer. Quería doblegarla, y que lo único que saliera de su garganta era su nombre atravesando el aire y erizando su piel desnuda.
Pero, contra todo pronóstico, el espíritu del sexo parecía haberla dominado, convirtiendo su tímida y simpática personalidad habitual en un súcubo que quisiera absorber cada centímetro del cuerpo de su hombre.

Él mostraba su parte más varonil. Esbozaba todo su sexo dentro de ella, llevándola más allá de lo que ella, tal vez, pudiera aguantar. No era sino un león enjaulado en un espacio demasiado pequeño, contenido en una prisión de cristal. Ella era una frágil vasija de vidrio, y él un martillo de hierro demoledor.
Las manos tensas sobre la pared, los labios entreabiertos, los ojos cerrados revelando la corriente de energía intensa que invadía su cuerpo. Él recorría con los dedos parte de su espalda, utilizando la restante mano para hacerla suya más aún de lo que ya lo era.

Ella le permitió hacer; él continúo haciendo lo que quiso con sus extremidades. La llevó al máximo placer. La joven enloquecía en una espiral orgásmica intensa. Susurraba el nombre de él, pero el joven no se conformaba, únicamente, con un triste susurro. Quería que gritase, que clamase por él, que se sumergiera en la locura más profunda.

Y, maldita sea, ella quería hacerlo.
Echando la cabeza atrás, gritó Gajeel alto y claro, lo más que pudo, llevando uno de sus brazos hacia atrás y pasándolo tras la nuca del muchacho. Pecho masculino contra aquella espalda tan femenina, iban los dos camino al éxtasis intenso. Él sonrió ante la mención de su nombre, ella suspiró juguetona sabiendo que a él le había gustado.
Y, tras abrazar los senos de la joven con las palmas de las manos, atrayéndola hacia si mismo, vació su lívido dentro de ella, mientras la misma joven gritaba de placer agudo…

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