One chance. [Cap.23.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 6:12 | Categorías :


Autora del fic o historia: Maite  
Twitter : @Mai_seo94
Nombre del fic o historia: One Chance.
Tema : Hetero, +18 , fanfic [Zico x Fan, U-Kwon x Fan, Top x Fan.], Block B, serie.

 
-Capítulo 23.-
 
Pasé la mano que tenía en su hombro hacia su nuca, empezando a acariciarla lentamente sin dejar de besarlo, de saborearlo. Noté como colaba su mano por debajo de mi camisa, acariciando mi cintura con las puntas de sus dedos, eso hizo que se me pusiera la piel de gallina y que sonriera mientras seguíamos besándonos.
Aquél beso iba siendo más y más apasionado, aunque de repente Zico se separó y cogió una de mis manos. Le miré poniendo morros y él simplemente me dijo.
-Sígueme, preciosa.-
Atravesamos la discoteca y nos dirigimos hacia una puerta en la que ponía ‘’ Woo Ji Ho. ’’, Sonreí, así que ese era el nombre completo de Zico. Él abrió la puerta y entré antes que él, en cuanto entró, cerró la puerta. Estábamos a oscuras y antes de que pudiera decir nada, él volvió a apresarme contra él y a devorar mis labios y joder, correspondí a ambas cosas. De repente, me pegó contra la puerta por la que acabábamos de pasar, rodeé su cuello con mis brazos, pegándolo a mí. Él posó sus manos en mi trasero y lo apretó con suavidad.
Jadeé.
Él sonrió y volvió a hacerlo. Ambos rompimos aquel beso para coger aire, pero cuando creí que me volvería a besar. Él atacó mi cuello, empezando a besarlo y a morderlo. Al principio lo hizo con suavidad, pero poco a poco iba mordiéndome con más fuerza. Yo ni intenté ocultar lo excitada que me ponía eso, así sin vergüenza alguna, dejé que un gemido escapara de mis labios. Algo que por lo que se veía le excitaba mucho a Zico, ya que apretó su cadera contra la mía sin dejar de devorar mi cuello. Seguro que me dejaría marcas, pero nada que no se pudiera ocultar con maquillaje.
Gemí nuevamente.
Volvió a apretar su cadera contra la mía y pude notar cuan excitado estaba.
Bajé mis manos hasta el borde de su camisa, para levantarla poco a poco hasta quitársela y tirarla a algún sitio de aquella habitación, puse mi mano sobre su cuello y poco a poco la bajé por su torso y su vientre, hasta llegar al botón de su pantalón, pero cuando fui a intentar desabrochárselo, el apartó mi mano y susurró.
-No dejaré que me quites más ropa hasta que no estés igual que yo. Con la parte de arriba de tu cuerpo, desnuda.- Dijo aquella última frase con un tono de voz un poco más ronca de lo habitual.
Me mordí el labio inferior y me quité la camisa, quedándome con el sujetador. Aun estábamos a oscuras y por una parte lo agradecía y por otra no.
En ese momento deseaba verlo sin camisa, mejor dicho, deseaba verlo sin nada.
Quité lentamente mi sujetador y lo dejé tiré hacia algún lado de aquella habitación y me pegué a él, dejando que mis pechos rozaran su torso.
Su respuesta fue un jadeo y unas manos en mi trasero de nuevo, pegándolo a él mientras volvíamos a besarnos y él volvía a pegarme contra la puerta. Zico fue subiendo poco a poco una de sus manos por mi vientre, deslizándolas lentamente, hasta llegar a uno de mis pechos. El cual acarició y apretó con suavidad.
Gemí.
Dejé que una de mis manos se posara sobre el bulto que tenía en los pantalones y lo empecé a masajear con suavidad y el gimió.
Sonreí lascivamente y era una pena que él no hubiera visto aquella sonrisa.
Nos besamos de una forma demasiado pasional.
No tardé en colar mi mano por debajo de sus pantalones. Y de su ropa interior.
Acaricié su miembro con uno de mis dedos, atormentándolo, para que me pidiera más.
Él siguió atormentándome, acariciando uno de mis pechos.
-Zico… Quiero que me toques.- Susurré en su oído antes de rodear su miembro con mi mano, para así empezar a masturbarlo.
Él gimió nuevamente y yo moví mi mano con un ritmo más acelerado. No tardó en dejar de juguetear con mi pecho, para empezar a jugar con otra parte de mi cuerpo.
Bajó rápidamente su mano hasta el botón de mi pantalón y susurró.
-Joder, ojalá estuvieras desnuda, así sería más fácil.-
-Si quieres me lo quito todo así podrás jugar conmigo más fácilmente.-
-¿Cómo es que puedes ponerme tan cachondo? Y sí, hazlo, aunque…- De repente en la habitación apareció una tenue luz, haciendo que pudiéramos vernos el uno al otro.
-Ahora sí que te puedes desnudar.- Dijo él mirándome de arriba abajo, mientras se lamía el labio superior.
-Bueno y ¿por qué no me desnudas tú?- Le dije antes de acercarme a él, mordiéndome el labio inferior.
-Si fuera por mí te arrancaría la ropa y te haría mía en cualquier lado.- Dijo con voz ronca.
Posó sus manos en uno de mis pechos y lo masajeó, noté que mis pechos eran un gran blanco para sus caricias.
Al oír aquella frase y al sentir sus caricias, jadeé.
Bajó su mano nuevamente por mi vientre hasta mi pantalón y lo desabrocho sin complicaciones y bajo la cremallera.
Repentinamente empezó a besar mi cuello y lentamente fue bajando por mi pecho, dejando besos aleatorios en ellos, cosa que me hacía estremecer, seguidamente descendió por mi vientre hasta llegar a la curvatura de mis piernas. Él ya estaba de rodillas, alzó su vista y sonrió de la forma más seductora que hubiera visto en mi vida.
Posó ambas manos sobre los bordes del pantalón y los empezó a bajar, hasta dejarlos en el suelo. Yo levanté uno de mis pies para que así pudiera quitarlo y seguidamente hice lo mismo con el otro pie, para así quitármelo completamente.
Empezó a dejar suaves pero húmedos besos en mis piernas, subiendo por ellas, alcanzando mis muslos, llegando poco a poco a su destino.
Y por fin llegó a él.
Zico empezó a besar mi sexo por encima de aquellas braguitas azules que llevaba. Repentinamente cogió una de mis piernas y con sumo cuidado la posó sobre su hombro, haciendo que quedara en una posición más que vulnerable.
No tardó ni cinco segundos en volver a empezar a saborearme.
Posé una de mis manos en su pelo rubio, empezando a acariciarlo con suavidad para después agarrarlo con algo de fuerza. Noté como movía aquellas braguitas hacia un lado y también noté como su lengua saboreaba aquella parte de mi cuerpo que estaba ardiendo. Por su culpa.
Gemí varias veces.
-Dios, Zico, no pares.- Dije casi en un susurro.
Él simplemente siguió saboreándome, lamiendo cada parte de aquella zona más que húmeda.
Lo necesitaba dentro de mí, desesperadamente.
Tiré de su pelo y lo alejé de aquella zona. Él alzó su vista y noté que aquello le había molestado, pero poco me importaba. Con la mano que tenía libre le hice una seña para que se acercara a mi rostro.
Con cuidado me puso en una posición en la que no me cayera y se acercó a mi rostro.
Dejé un suave beso en sus labios y en ellos susurré.
-Te necesito dentro de mí. Ahora.- Posé mi mano sobre su bulto mientras susurraba aquello.
Zico miró por la habitación y yo intenté ver que buscaba, pero antes de que pudiera ver lo que buscaba, él me cogió en brazos y me llevó hasta un sillón, sentándose el debajo de mí, haciendo que yo me quedara a horcajadas sobre él.
Moví mi cintura, haciendo que ambas partes más que calientes se rozaran, haciendo que ambos soltáramos un corto gemido. Él posó sus manos en mi cintura y dijo con voz ronca.
-Hazlo de nuevo.-
Aquello sonó como una orden y bueno, la cumplí, una y otra vez. Seguí moviendo mi cintura sobré él, pero poco duro eso, aún quería sentirlo dentro de mí.
-Quiero sentirte dentro de mí, quiero que me folles de una vez.- Dije mientras me movía sobre él, mientras le miraba deseosa de él.
Su respuesta fue morderse el labio y acariciar uno de mis pechos.
-Y, ¿a qué esperas para montarme, preciosa?-
Sonreí con suavidad y bajé mis manos hasta colarlas por su ropa interior, acariciando su miembro nuevamente, para seguidamente sacarlo de la ropa interior.
Sin vergüenza alguna le miré el miembro y me relamí los labios. Quería saborearlo, pero mis ansias por tenerlo dentro de mi eran superiores a eso.
Le miré y acerqué mis labios a los suyos, dejando un leve beso en ellos.
Solté su miembro y acerqué mi mano hasta mi ropa interior, moviendo su tela, que estaba empapada, en aquella zona en la que por fin podríamos unirnos.
Él cogió su miembro y lo acercó a mi sexo, haciendo que se rozaran.
Le miré y vi como miraba fijamente como poco a poco ambas partes se acercaban, hasta que por fin poco a poco él fue entrando en mí, haciendo que gimiera.
Cerré los ojos durante unos segundos y después volví a abrirlos. Lo miré y él me miraba fijamente, con una sonrisa que hacía que me derritiera.
Empecé a mover mi cintura nuevamente, al principio hacia movimientos suaves y lentos. Pero a medida que ambos gemíamos y pedíamos más del otro, empecé a hacer movimientos más rápidos. Acerqué mis labios a su cuello y se lo empecé a besar, para después succionar con algo de fuerza, separé mis labios de ahí y miré aquellas pequeñas marcas que iba dejando. Sonreí satisfecha y seguí moviéndome, volvió a tocarme los pechos, pero esta vez no me los masajeó, bueno, al menos uno de ellos, ya que en el otro lo que hizo fue aprisionar uno de mis pezones con sus dedos, iba apretando aleatoriamente mientras me miraba y ambos gemíamos.
Repentinamente acercó sus labios a mi oído y empezó a susurrar cosas en japonés, un idioma que no entendía.
-¿Qué dices Zico?- Dije entre gemidos.
-Las cosas más obscenas que se te ocurran. Y pienso hacértelas todas. - Susurró él.
Miles de cosas se me pasaron por la cabeza, una más obscena que la otra.
Moví mis caderas con más rapidez, aquello que había empezado a imaginar con él había hecho que alcanzara un punto sin retorno.
-Zico… Voy a correrme.- Dije nuevamente entre gemidos.
-Yo también…- Dijo él, antes de gemir nuevamente.
Posé una de mis manos sobre mi sexo y empecé a masturbarme.
Gemí una y otra vez, hasta correrme.
Miré a Zico y vi cómo me miraba fascinado.
-Lléname.- Dije mordiéndome el labio, mientras seguía moviéndome.
Él posó ambas manos sobre mi cintura, moviéndolas como él quería, hasta que terminó, dentro de mí.
Me dejé caer sobre él, me costaba respirar y por lo que podía ver, a él también.
Él rodeó mi cintura con lentitud, acariciándola de nuevo, pero esta vez de una forma más tierna y suave, yo rodeé su cuello con ambos brazos y posé mis labios sobre los suyos, dejando un suave y tierno beso en ellos.
En ese momento estaba hasta arriba de felicidad, no podía para de sonreír como una estúpida.
Por fin, aceptaba lo que sentía por él. Aunque una parte dentro de mí, tenía miedo, miedo a sufrir, miedo a que, para él, lo que acaba de pasar era simplemente un pasatiempo.
Intenté apartar esos pensamientos de mi mente, no quería que eso estropeara aquel momento que para mí, era tan único.
Volví a dejar un suave beso en sus labios y lo miré.
Él estaba mirándome con una sonrisa de lo más dulce.
Moví una de mis manos hacia su mejilla y se la acaricie con el torso de ella, con lentitud, sintiendo su suave piel en mi mano.
Él aparto una de las manos que tenía en mi espalda, para coger mi mano, para llevársela a los labios, posando en ella, un suave beso.
-Me encantas.- Susurró él sin mirarme.
-Y tú a mí, Zico.-

google+

linkedin

2 Opiniones~

Tulis Opiniones~
avatar
ELY ZJ
Admin
4 de agosto de 2013, 2:42

esta genial~~ siguele :3

Reply
avatar
MaiMyst
Admin
5 de agosto de 2013, 23:20

Gracias *-*. Eso haré, no te preocupes <3

Reply