Empty. [One-shot.]

Escritor : Unknown | Hora : 6:45 | Categorías :
Autor del mini-relato: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal
Nombre del relato: Empty.
Tema: Drama, JYJ [Jaejoong].  

 

Él, tumbado sobre la alfombra, con el rostro vuelto hacia el techo y un profundo desconsuelo cruzando su rostro pálido.
A su lado, una copa llena de vino y, en su interior, el móvil, con la melodía de Wrong Number sonando, una y otra vez.

Poco a poco, el sonido se fue apagando hasta morir lentamente en medio del suave líquido. Él no hizo el menor gesto, como si ni el móvil ni la llamada le pertenecieran. A un lado de la habitación, lo suficientemente cerca de él como para quemarse si hubiera querido, el suave y lento crepitar de una chimenea ardiendo. Al otro lado, un ventanal que le mostraba la totalidad de Seúl, el máximo esplendor de una de las ciudades más bellas que jamás hubiera tenido la oportunidad de visitar.
No obstante, aquella noche, se le hacía oscura, grande, fría y terrorífica. Tan terrorífica y atemorizante como la más siniestra de las pesadillas. Pese a eso, intentaba no exteriorizarlo.
Ante el sonido de las llamas lamiendo el borde de la chimenea, él se mostraba relajado. Pero, en su interior, el mismo fuego que ardía en la chimenea le quemaba el corazón, hasta el punto de desear gritar, de desear apagarlo con todas las ansías de su alma.
Es inútil, se susurraba a si mismo, intentando apaciguarse. Por otro lado, el dolor de haber sido traicionado le quemaba hasta el extremo de sentir que su vida, simplemente, no tenía más sentido.
Por toda la habitación, resonaban las últimas palabras de ella, esas palabras que le golpearon en medio del cuerpo, tan fuertemente que todavía no podía reaccionar a ellas. Demasiado le dijo en tan poco tiempo que no supo qué pensar y, todavía entonces, tumbado junto al fuego, le costaba asimilar todo lo que había sucedido.
Retazos de pensamiento y de la conversación atravesaban su mente. Sin embargo, poco importaba en ese momento, o eso pensaba él.
De todo lo que ella dijo, tenía presente las duras palabras en lo referente a su personalidad distraída, a sus hábitos confusos, a su egoísmo a veces... y a los celos. Pero nada de eso tenía sentido para él, pues ella se había ido y no parecía que fuera a volver.
La razón de su vida se había ido para siempre, y ni siquiera le había dado tiempo a explicarse.

En el fuego, entre las llamas, aún podía ver el rostro de la joven, sonriéndole y pidiéndole un beso, que él le entregaba, sin pedir nada a cambio. Sin embargo, un instante más tarde, el rostro feliz de ella se tornaba agresivo, tal y como había estado antes de tomar la puerta y dejar su vida para siempre.
¿Habría notado ella la palidez en su rostro, el hundimiento de sus mejillas? ¿Habría reparado en su aspecto demacrado? Rezaba porque no. Aunque tal vez ese hubiera sido el motivo de la huida de la joven.
Sentía el maquillaje aún sobre su cara, pesándole como una mascara de hierro, a pesar de haberse puesto lo justo para disimular el rastro de cansancio y agotamiento. Ella nunca se había dado cuenta, de cualquier manera, y él estaba contento con ello, pues así la joven no tendría que preocuparse excesivamente por él. Pero, bajo todo el maquillaje, profundas ojeras surcaban sus ojos, como si hubiera nacido con ellas.

La joven le había dado la vida y, ahora que ella se había marchado, poco a poco se iba esfumando. Le había costado recuperarse. Cuando creía que estaba fuerte de nuevo, la persona más importante para él se largaba de su vida, dejándole con su cuerpo demacrado y su mente destruida.
Tratando de enderezarse, se dio cuenta de que su enfermedad había vuelto a adueñarse de él cuando ni siquiera pudo apoyar los brazos en el suelo para ponerse en pie.
Pero no quería llorar,
maldita sea, no debía llorar.
Ella no era nadie ahora. Se había ido, y él no le debía rendir cuentas.

El fuego continuaba crepitando, dotándole de un calor que él no era capaz de sentir, tal era el estado de desvanecimiento y desmayo en el que se encontraba. Aún en shock por la reciente pérdida, se permitió pensar que todo era un sueño, y que ella volvería.
Todo es un sueño, dijo, en voz muy baja, para si mismo, cuando me despierte, todo estará bien. Todo es un sueño.


Lentamente, mientras el fuego ardía en la chimenea y el móvil moría dentro de aquel vaso de vino, poco a poco, fue perdiendo la conciencia, sin saber si volvería a despertar...

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2 Opiniones~

Tulis Opiniones~
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Ana
Admin
7 de abril de 2015, 3:48

Fa! Tu redacción es buenísima. Me resultó super fácil seguir el hilo de la historia y entender los sentimientos de Jae... Me dio lastima, pobrecito, ¡¿que clase de perra insensible lo dejaría así?! *jajja, perdón, me salió el fanatismo de adentro*
Gracias por compartir tu historia!

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Unknown
Admin
2 de junio de 2015, 2:19

¡Te lo agradezco enormemente! (lamento haberme retrasado TANTO en la respuesta ;_;) ¡Gracias por lo de la redacción! Trato de cuidarla, y más en un fic así, tan... íntimo.
¿Te gustó? A MÍ TAMBIÉN ME DIO RABIA LA ACTITUD DE LA CHICA (sobre todo, por la forma en la que me lo imaginaba, y por lo que había pasado), ¡pero puedes pensar que él tuvo una buena vida, después de esto!

¡Gracias a ti por leerla!

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