OPINIÓN − BTOOOM!

Escritor : Unknown | Hora : 2:33 | Categorías :
Titulo: Btooom!
Manga: 
Btooom!
Género: Ciencia Ficción, Acción, Gore, Thriller-Psicológico, Seinen.
Episodios: 12
Año: 2012
Duración: 24 min. aprox.

Tal vez el problema sean las expectativas que suelo tener antes de ver un anime, por la sinopsis o por el tipo de animación. Generalmente, antes de embarcarme con una nueva serie, acostumbro a leer de qué trata, el género al que se adscribe y algunas imágenes a modo de referencia para saber cómo es el estilo de dibujo.

Para ponernos en situación, el anime al que hoy hago referencia se llama ‘Btooom!’, un pseudo-thriller de acción cuya trama gira en torno a la supervivencia, muy similar a lo que ya hubiéramos visto en Battle Royale.

Pero, vayamos por partes: en ‘Btooom!’, el protagonista es Ryōta Sakamoto. Ryōta dedica cada uno de los días de su vida a ‘Btooom!’, un videojuego virtual de combate que consiste en rastrear y destruir por medio de bombas a los rivales. Ryōta es el décimo mejor jugador del mundo, y el único participante de Japón que ha podido escalar puestos hasta ser considerado uno de los más expertos en el mencionado juego.

Poco después de ver a Ryōta participando en varias partidas (todo esto durante el primer episodio), vemos cómo despierta en una isla, sin recuerdos ni conciencia de cómo ha llegado hasta allí. Lo único que posee es un maletín con una serie de bombas, y un cristal en una de las manos que funciona como un radar, tal y como sucediera en el juego ‘Btooom!’. Tras una serie de infortunios durante el primer episodio, Ryōta cae en la cuenta de que está atrapado en una versión real de su juego, y que debe sobrevivir.



Luego de esto, queda una serie de doce capítulos donde el propio Ryōta tratará de mantenerse con vida, en medio de lo que pretende ser un ‘viaje hacia lo más profundo de la mente, donde sale a luz la verdadera personalidad del ser humano’.

Tratándose de una premisa así, con tantos recordatorios a Battle Royale, uno podría esperarse un producto a la altura, ¿verdad? Pues no.

Puede que ‘Btooom!’ no tenga del todo la culpa de su principal fallo, y que los culpables realmente seamos tanto nosotros como los propios creadores, pero es algo que hay que mencionar: ‘Btooom!’ falla en todos los géneros que ‘pretende’ ser.

Su historia pasa por muchos géneros diferentes, como el ecchi, el seinen, el thriller, el gore, el romance o la ciencia ficción. Sin embargo, desconozco si ha sido premeditado, pero ninguno de ellos está presente de manera contundente y ningún fan de dichos géneros se encontrará satisfecho con lo visto en ‘Btooom!’.

Un ejemplo claro lo encontramos en la adjudicación del género ‘gore’ a ‘Btooom!’. A lo largo de la trama, hay momentos donde conocemos a personajes mancos, o veremos situaciones donde a un individuo le explota la mitad del cuerpo. Incluso, Ryōta tropieza con un cadáver apostillado en un árbol y que parece tener varios síntomas de putrefacción.

Pero el género gore se suscribe a una brutalidad mucho más explícita que lo que vemos en ‘Btooom!’, donde las muertes no son sino un mero extracto del género de supervivencia. Nadie ve a Erza con heridas sangrantes en Fairy Tail y clasifica dicha serie con la etiqueta ‘gore’.


El gore va mucho más lejos de donde las otras series van, extendiéndose y recreándose en la presencia abusiva de la sangre, en las actitudes psicodélicas de los personajes y en el dolor. Este género busca inquietar, sorprender y atrapar al lector mediante cantidades incipientes de vísceras y crueldad, teatralizando la mutilación del cuerpo humano y cuestionando la propia vulnerabilidad. Hay muchos ejemplos de animes que son de este género o que lo tratan en parte, pero mostrar cómo alguien muere por una bomba no convierte un anime en el género gore automáticamente.

Si podemos unificar personalidades de personajes con géneros, sí es cierto que hay un personaje en particular que parece ser atraído por la muerte más que lo demás. Pero no se trata de que esté obsesionado con ese tema y sea el sino de su vida, sino que dicha característica es una más dentro de la parafernalia mental que pueda tener la psique de ese loco.

Una de las escenas, avanzadas, muestra a un personaje perder los dedos tras una apuñalada. Rápidamente, tras un primer vistazo de medio segundo a la mano cercenada (los dedos desaparecen de la escena), todos los demás ángulos que se exploran son lejos del individuo, sin recrearse la característica de sus falanges amputadas. La siguiente vez que vemos al personaje ya lleva la mano cubierta y, aún así, tampoco nos acercaremos demasiado a verlo.

¿Qué hubiera sucedido, de ser puramente gore, tal cual lo suelen tachar? Que hubiéramos visto el momento exacto en el que los dedos caen al suelo, puede que, a cámara lenta, y mientras el individuo en concreto es bañado por las aguas de su propia sangre, los demás personajes contemplarían la escena horrorizados, dedicando los siguientes minutos a la ampulosidad de dicha cisura. Tal vez, incluso alguno de los presentes patee al moribundo para alejarlo de si mismo y termine cayendo en el charco de sangre de manera consciente. Al final, la escena terminaría con alguien lamiendo la zona amputada como si fuera un plátano a medio comer.


En otro momento de la serie, en el que sucede la escena más brutal a lo largo de la misma, un personaje pierde la mitad del cuerpo. Como en el caso anterior, vemos un destello y como el personaje asesino se ve cubierto por la sangre del cadáver. Luego, este le arrea una patada al resto del cuerpo. En este caso, ¿por qué sigue sin ser parte del género gore? Por lo primero que hemos mencionado: no se recrea en la brutalidad, ni se extiende ni la muestra más allá de ese instante, dándonos a una persecución lejos del cuerpo.

De hecho, la muerte en cuestión sólo sirve para darle alas al personaje que tomará protagonismo en el siguiente cuarto, más por cuestiones éticas y morales que por, de vuelta, verdadero ‘gore’. El personaje cambia de personalidad en ese punto y comienza a tomar parte en ‘Btooom!’ de manera parcialmente activa; eso sí, sólo durante los siguientes veinte minutos.

Además de gore, se presupone que ‘Btooom!’ forma parte del thriller psicológico, añadiéndose a la larga biblioteca de animes con cierta complejidad emocional. Pero, como con el gore (y los demás, dicho sea), su planteamiento dista mucho de ser complejo.

Sí, ya vimos en Battle Royale que exponerse a morir o a matar puede desencadenar mecanismos dentro de la mente que no podíamos saber que teníamos. La decisión moral de continuar sobreviviendo a costa de la vida de otros, o ser incapaz de matar, está en todo momento por encima de casi cualquier concepto. Todos somos seres humanos, y aunque digamos que somos crueles o que no sabemos nada de empatía, al final no resulta tan sencillo saber qué haríamos si podemos conseguir un maletín lleno de comida quitando a alguien ‘de en medio’.



Esta dualidad moral y todas estas inquietudes, en si mismas, ya se sobreentienden por el concepto de supervivencia. Una vez nos dejen claro de qué trata ‘Btooom!’, lo demás consiste en una exploración de ver qué personajes se sumergen más en la locura, cuáles más en el raciocinio... y, sobre todo, cuáles de ellos están dispuestos a matar y cuáles no. Eso es lo que hace interesante un anime de estas características.

Pero en ‘Btooom!’, los personajes pierden demasiado tiempo con monólogos interiores que nos revelan una personalidad que, o bien ya sabíamos (en algunos casos, es evidente), o bien no deberíamos saber hasta llegado cierto punto. Hay personajes que venden a sus compañeros sólo por la esperanza de sobrevivir, pero no es necesario que el propio personaje piense ‘’voy a venderlos a todos para poder irme’’, sino sólo hace falta que este individuo abandone a los demás. El establecer una idea sobre ese personaje y adjudicarle una personalidad, establecer si fue una mala o una buena decisión o, incluso, juzgar si es malo o bueno, nos compete única y exclusivamente a nosotros.

‘Btooom!’ tenía todas las cartas para que fuéramos nosotros los que decidiéramos qué personaje nos cayera mejor o peor, fijándonos en sus virtudes o defectos, prestando atención a conversaciones y nombres, tratando de discernir quién miente y quién no. Sin embargo, si los personajes dedican la mayor parte del tiempo a realizar monólogos sobre si van a traicionar al resto le resta bastante sorpresa a lo único de interesante que tienen.

Por supuesto, dentro de un thriller, los personajes nos deben resultar convincentes, cerrados, sin fisuras ni incongruencias. Pero, ¿por qué alguien que deambula entre la vida y la muerte no replica con una bofetada a alguien que le desprecia? Si a mí, en una situación similar, me llaman basura y me derriban en un puesto de seguridad a más de cuatro metros sobre el suelo, lo menos que haría sería responderle de la misma manera. Es más fácil dejarse golpear y tolerar que la ‘tetas’ de turno me humille (únicamente por el país de creación del producto, tan repetitivo en este tipo de situaciones) que plantar cara y lograr que el espectador tenga dilemas morales en la situación. De nuevo, tenemos a un personaje principal que se rinde ante un físico bonito. Sin embargo, la misma situación con otro hombre da lugar a una batalla cruel.



‘Btooom!’ nos lleva de la mano en todo momento, nos dice a quién querer, por quién debemos sentir lástima y a quién odiar, sin medias tintas. No nos hace pensar, ni nos hace replantearnos ningún tipo de situación. Lo único que provoca en nosotros es frustración, pues muchas de las situaciones vividas por los personajes podría solucionarse arrojando la bomba que tienen detonada en la mano. Pero prefieren reservársela porque los escritores aún quieren que ese personaje sufra un poco más.

¿Cómo sobrevive una persona sin armas, ni ningún tipo de defensa, con una mano amputada por completo, sin aliados, sin esperanzas, y estando muy lejos de cualquier refugio, durante seis meses? Fácil: gracias a la conveniencia del guion. Si dos personajes hablan sobre un tercero, y comentan el despotismo y la falta de integridad de ese tercero, ¿por qué, una vez aparece, no para de tener monólogos con pensamientos faltos de integridad y déspotas? ¿Para que a nosotros nos quede claro que es malo, y no cuestionemos el criterio de esos otros dos personajes?

Hay un momento en ‘Btooom!’ donde aparece un personaje criticado por uno anterior. Nosotros sabemos quién es, sabemos su nombre y sabemos su historia, pero el resto de personajes de la escena no lo saben. Eso nos da lugar a un sinfín de hipótesis y planteamientos sobre la situación, porque los demás personajes confían inmediatamente en el personaje criticado. Tal vez su actitud se allá modificado, o las críticas fueran demasiado irreales... Tal vez el anime esté jugando a dos bandas y nos quieren dar diferentes versiones de una situación para hacernos dudar de todo y de todos.
Pero no: efectivamente, el personaje tiene un monólogo interior insultando a todos los demás, diciendo que sólo los usa, y confirmamos que, sin duda, es malo.

A ‘Btooom!’ le falta acción, le falta intensidad, y le falta ritmo en algunas situaciones demasiado pausadas. Abusa de los flashbacks innecesarios para decirnos cómo es un personaje (y amarlo u odiarlo en consecuencia), en lugar de que nosotros establezcamos su personalidad mediante su actitud, y elimina del plantel a aquellos que sí podrían resultar relevantes y necesarios para una trama tanto dinámica como entretenida.



Es triste ver cómo fastidian un planteamiento interesante por no ser capaces de dejar que seamos nosotros los que pensemos quién es bueno y quién malo. Luego, su status como thriller psicológico se desmorona en una trama excesivamente lineal (incluso Death Note lo resuelve de mejor manera).

En términos de acción, hay escenas espectaculares donde las bombas y la estrategia toman el protagonismo. Persecuciones encadenadas con luchas cuerpo a cuerpo o perspectivas engañosas que nos confundirán, tanto a nosotros como a los propios personajes. Momentos de tensión y momentos donde incluso la propia isla se vuelve contra los participantes en ‘Btooom!’. ¿Cuál es el problema, entonces? Que todos esos momentos de acción se ven interrumpidos y segados por monólogos internos.

Mostrar determinadas escenas donde los personajes deambulan y se plantean su presencia en la isla, su relación con los compañeros o su propia existencia, está bien. Es necesario para poder establecer conclusiones propias, más aún en esos ‘momentos de calma’. Nos ayuda a saber si los personajes pretenden ir en una dirección o en otra, y traza una curva bastante agradable en el desarrollo de los personajes, que pasan de no saber qué pasa a participar (o no) en el juego.

Pero, ¿detener el lanzamiento de una ‘Cracker’ para recordar el momento en el que ‘mamá se intentó suicidar’? ¿Por qué no establecer dicho recuerdo fuera de los pocos y escasos momentos de acción? Sólo hay una ocasión donde la acción sea acción, sin más, y es una verdadera pena que no tengan lugar más a menudo.

¿Recomendaría ‘Btooom!’? No. Al menos, no su versión anime. Desconozco si el manga es mejor. Definitivamente, si buscáis un anime de acción, un thriller o un gore (y cualquiera de estos géneros se puede sustituir por los mencionados antes), ‘Btooom!’ no os va a saber satisfacer. Y si lo que buscáis es una mezcla entre todos ellos, puede que os termine gustando si perdonáis las incoherencias del argumento o lo ‘pateables’ que resultan ser los personajes. Especialmente, Himiko.


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Tulis Opiniones~
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Lucía
Admin
25 de septiembre de 2018, 22:20

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