Ellas. [One-shot.]

Escritor : Unknown | Hora : 20:48 | Categorías :
Autor del one-shot: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal 
Nombre del One-shot: Ellas. 
Tema: Original, Recuentos de la vida, Romántico, Drama, Diario.




Luz.
Fuiste mi primer amor, así que, evidentemente, te quise más que a ninguna otra, y tal vez, nunca llegue a amar a nadie tanto como lo hice contigo. Me ayudaste a ver, a dar mis primeros pasos reales, y a tener una visión del mundo que, hasta aquel instante, nunca había tenido. Me hiciste ver la vida.
Te doy las gracias por enseñarme a contar las estrellas cada anochecer, por enseñarme a crecer.
Ilusión
Eras tan bonita, una rosa roja que no dejaba de florecer, tan perfecta y hermosa, que nunca pensé que fueras real. Llegaste en mi adolescencia, cuando más te necesitaba... y me ayudaste sin esperar nada a cambio.
Gracias a ti, aprendí que los sueños también se hacen realidad.

Indiferencia
Fuiste como una ambrosía en medio de un desierto, algo que tenía que probar necesariamente. Aunque, por mi juventud, debería haber sabido que no eras la adecuada, que únicamente me harías daño. Me mirabas ausente, como si no existiera, y me sentía desdichado.
Desconfiaba de ti desde el primer momento, pero no quería creerme a mí mismo.
Eras demasiado fría, y pensé que aquello estaba bien. Sin embargo, me equivocaba.

Melancolía
Todas las noches, cuando regresaba a mi cama, te veía tendida en mi cama, desnuda, y yo te hacía mía, me abandonaba a ti, entre lágrimas y aullidos. Hurgaste entre mis cicatrices, yo sollozaba, pero no parecía importarte. Todavía hoy, me arrepiento enormemente de aquello.
Tu piel no me otorgó nunca días felices... así que opté por lo más saludable para mi alma y para mí: dejarte y no mirar atrás.

Pasión
Olvidé a Melancolía porque me tomaste para ti, me obligaste a despertar. Entre letras y más letras, me forzabas a que abriera los ojos y siguiera andando, a que no me rindiera, a que luchara por mí. Encendiste mi piel con fuego. Quisiste que me levantara e hiciera a la vida mía.
Y eso hice.
Nunca olvidaré como inflamaste mi corazón y mis ganas de comerme el mundo.


Constancia
Te conocí poco tiempo después. Tal vez fue demasiado poco tiempo.
Me sentí atraído por ti desde el primer momento. Me atrajo tu fragancia, tus ganas de superación y tu tenacidad. Al mismo tiempo, mientras te iba conociendo, fui arrastrado por tu maravillosa energía.
Tu autoestima y disciplina me suplicaron que no abandonase nunca, que podría iluminar al mundo con mis palabras, que tendría un sitio en la cima con los más grandes y mejores.
Todavía, hoy en día, creo en tus palabras.

Envidia
Sufrí mal de amores por ti y por todo lo que significaste en mi vida. Hiciste más que ninguna otra, y no en el buen sentido. Destruiste mi vida de lado a lado, perdí amigos e, incluso, la fe en mi mismo. Intenté ser fuerte, pero fuiste superior a mí.
Fuiste una vampiresa que se aprovechó de mis debilidades, de mis inseguridades aún no resueltas. Jugaste conmigo, y no creo poder perdonártelo nunca.

Nostalgia
Lloré y lloré noche tras noche, día tras día, abrazado, entre tus senos, uniéndome a ti. Añoraba días pasados y creí encontrarlos en tu alma. Me intentabas tranquilizar y que volviera a ser el que fui. Pero aquel chico ya había muerto hacía mucho.
Sin embargo, estaba ciego y lo único que quería era recuperarme de mis heridas.
Me ataste... y, aún hoy, veo tu rostro en el techo de mi habitación cada noche, antes de dormir.


Soledad
Llamaste a mi puerta y te dejé entrar. Mi mundo quedó a oscuras, la luz que un día me hubiera iluminado me apagó y tú, maldita, me impediste regresar al exterior. No quise ver a más nadie durante aquel tiempo.
Meses y meses transcurrieron envuelto en tu piel... incapaz de volver a sentir por miedo a resultar dañado, incapaz de ver la amistad en los más cercanos por tu culpa.
Me considero un estúpido por permitirte la entrada.

Esperanza
Me esperaste durante todo el tiempo que hizo falta, que me hizo falta. Corrí hacia ti, y me abrazaste como nunca me había abrazado nadie. Sentí que mi alma volaba cuando nuestros cuerpos entraron en contacto, así que, por primera vez... fui feliz, realmente feliz.
Me hablaste de un futuro, de luchar por él, de pelear, de no replegarme, de enseñar los dientes... de todo lo que yo necesitaba oír, y más aún.
Me dijiste que Libertad me esperaba, pero que tardaría un poco en encontrarla, y que siempre me sería fiel.

Libertad
... Gracias.
Me diste las alas. Me hiciste sonreír. Fuiste mi amanecer.
Todo lo que te podría decir se queda corto.
Hoy, eres mía, y no pienso dejar que escapes de mí.

google+

linkedin