One Chance. [Cap.27.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 23:21 | Categorías :
Autora del fic o historia: Maite.
Twitter: @maiseo94
Nombre del fic o historia: One Chance. 
Tema: Hetero, +18, fanfic [Zico x fan, U-kwon x fan.] Block B, serie.


-Capítulo 27.- 

Debía bastar eso, pero en mi caso no era así. Quería que estuviera igual que U-kwon, quería que acabara en el hospital y que ni se atreviera a volver a pasar por allí. 
Dudé, pero finalmente me acerqué hasta las sillas que estaban junto a la mesa, pero mala fue mi suerte que eran de plástico. La cogí y la levanté hasta poder estampársela sobre este, pero cuando me fui a alejar me tomó por el pie e hizo que me cayera esta vez, pudiendo así este ponerse con cierta dificultad, pero rapidez, sobre mí. 

- ¿Ah, sí? Pues te voy a dejar igual que tu amiguito, zorra. 
 
Recibí otro puñetazo en la cara, pero después sentí como una mano tomaba mi cuello y como poco a poco lo apretaba. El aire cada vez pasaba con más dificultad, pero llevé mis manos a las suyas y le clavé las uñas mientras me revolvía debajo de él. Creí que podría llegar a desmayarme, pero por suerte en uno de esos movimientos tan bruscos míos me soltó, ya que se fue hacia un lado. Era mi momento, en cuanto pude le di en el estómago con todas las fuerzas que tenía. Sentí como un líquido acariciaba mi piel y alcé la mirada. Pude ver que habían sido unas gotas que habían salido de sus labios. Seguro que de uno de los puñetazos de antes le había partido el labio. Tosió e intenté quitármelo de encima. ¿Sería bastante? Un golpe más no pasaría nada, ¿no? Aquellas preguntas pasaron por mi cabeza y fue lo que hice. Le propiné otro golpe, esta vez, a la sien, y cayó de lado al suelo, haciendo que sonara un ruido sordo. Había caído inconsciente y lo podía ver porque su pecho aún subía y bajaba al respirar.
Me lo quité de encima, me senté y lleve una de mis manos hasta mi boca. Pude sentir como un dolor punzante atravesaba aquella zona, seguro que me había hecho daño en los piercings. Al levantarme me mareé pero cerré los ojos y los volví a abrir poco a poco, ya no era tal el mareo, así que caminé hasta la puerta intentando no matarme con nada y cuando la abrí un intenso dolor de cabeza empezó a aparecer. 

- Jodida música, acabaré sorda como esté más tiempo aquí. 

Caminaba entre las personas que me miraban ciertamente sorprendidos, pero seguro acabarían pensando que hubiera sido una pelea con alguna otra chica de por allí. Busqué con la mirada a Rose y no la pude ver. Seguí caminando por el local hasta que la vi apoyada en una de las paredes con ambas copas, en su rostro se podía ver su preocupación. Pero cuando nuestras se miradas se encontraron abrió la boca, a lo que yo respondí con una amplia sonrisa. 
Se acercó a mí con ambas copas, ciertamente tensa, pero en cuanto estuve ante ella cerré los ojos, esperando a que me tirara la copa o me pegara. Pero lo único que pude notar es como una de las copas tocaba mi frente. Seguro que me estaba diciendo algo, pero debido a la música no podía oír nada.
Abrí los ojos y la vi tendiéndome la copa e indicándome que saliéramos de aquél sitio. Asentí, tomé la copa y la seguí sin decir palabra alguna hasta que pudimos estar fuera de aquél sitio tan ruidoso.

- ¿Por qué no me dijiste que ibas a hacer eso? ¿Eh?
- Porque no quería preocuparte.. Y no quería que me detuvieras.

Sus ojos se entrecerraron hasta el punto de ser casi una línea.

- Como se te ocurra hacer algo así de nuevo te juro que te mato. Y ya después me mata cierta persona.. Pero no es un problema.

Reí ante sus palabras y bebí. No había sido una buena idea, aquél alcohol había tocado mi herida y en aquél momento estaba ardiendo.

- Creo que deberíamos ir a que me cure eso.. ¿No?
- ¡Ni en broma! ¡Ahora por lista te bebes eso de una!

Alcé una de sus cejas, no podía creerme que me dijera aquello. Pero la señaló y después señaló mis labios.
Vale, no estaba bromeando y más me valía hacerlo por si esta se ponía a chantajearme con Zico. Miré el líquido que había en la copa y tomé aire para así llevármela a los labios, ardía. Joder que si ardía ,dejé que aquél liquido empezara a raspar mi garganta mientras bajaba demasiado lento para mi gusto. Pero podía ver como cada vez quedaba menos hasta que no cayó nada más y yo empecé a toser como si no pudiera con aquello.

- T-te odio, tía..


Es lo que pude decir justo antes de que ella empezara a reírse cual loca que era, se lo estaba pasando bien. Demasiado bien.

google+

linkedin