One Chance. [Cap.26.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 21:22 | Categorías :
Autora del fic o historia: Maite.
Twitter: @maiseo94
Nombre del fic o historia: One Chance. 
Tema: Hetero, +18, fanfic [Zico x fan, U-kwon x fan.] Block B, serie.


-Capítulo 26.- 

Le había dicho a Rose que no viniera conmigo, podía con aquellas personas sola, pero me había ignorado y había venido conmigo hasta la discoteca que nos había dicho aquél cabrón que había dañado a esa persona tan preciada para nuestro círculo. 

- ¿No crees que tengo que avisar a mi hermano? Él puede ayudarnos.. 

Aquella frase la había oído ya unas siete veces y le había contestado de la misma forma, negando y fulminándola con la mirada. No quería que se preocupara por aquello, sabía que podía arreglar eso sola, no era la primera vez que peleaba y no me importaba coger algo para estampárselo en la cara. Aparte... ¡También trabajaba allí! Muy pocas veces.. pero lo había hecho y debía ayudar a ''mis jefes''. 

Ya podía ver no muy lejos de donde estábamos la discoteca. Parecía ser moderna, para qué mentir. Pero nada que pudiera asimilarse a Underground. Nos pusimos en la cola y mientras esperábamos intentábamos escuchar las opiniones de aquellas pijillas que estaban ante nosotras, pero por desgracia no pudimos sacar nada de ellas. Sólo hablaban de sus ligues y de ellas. 

Después de unos diez minutos en la cola llegamos hasta la entrada, pagamos y pasamos. Y santa madre que me trajo, la música estaba demasiado alta, no estaba mal lo que sonaba pero podía romper los tímpanos de cualquiera. Pasamos entre la gente que bailaba y que bebía, pudiendo así llegar por fin en la barra. Llamé al camarero y le grité lo más alto que pude para indicarle quien buscaba. Pero solo negaba. Supuse que no me oía así que robé una servilleta y fingí que escribía, esperando que entendiera que quería un boli. Por suerte lo hizo y me tendió uno, después de escribir lo que buscaba se lo entregué.

'' ¿Está trabajando hoy Tae?''

Tomó la servilleta y me asintió con una sonrisa que podría considerar hasta matadora. Aunque cuando me señaló donde podía encontrarlo suspiré, parecía ser una especie de sala para los trabajadores. Me tocaba ir a ver si me dejarían hablar con él. Después de guiñarle me giré y le indiqué a Rose que pidiera por mi, tuve que gritarle en el oído, pero así sé que me iba a escuchar. 

- ¡Coge dos copas de lo que quieras! ¡Voy al baño! 

Le mentí, pero es que si le decía la verdad iba a insistir en ayudarme o en detenerme y no podía permitirme aquello, debía arreglar aquello a mi manera. Después de ver que se acercaba a la barra me dispuse a encaminarme hasta la puerta. Tuve que evitar a unos cuantos que quisieron bailar, pero con tan solo negarles se apartaron, en cuanto estuve en la puerta di tres golpecitos. 
Nadie respondió, volví a darle, esta vez haciéndolo más fuerte. Funcionó, ya que por esta se asomó un joven algo más alto que yo, en buena forma y con una cara que se podría considerar bastante atractiva. 

- ¿Está Tae por allí? 

Le grité y no sé como me escucho pero me dio a entender que era él con tan solo señalarse a si mismo, no sé como me dejó pasar. Pero supuse que era por como iba vestida y porqué seguro solían venir chicas a verle . Entré y miré a mis alrededores. En ese sitio se podían apreciar un sofá, una mesa y dos sillas, pero por suerte no había nadie más en ese lugar. ''Menos mal.'' pensé mientras entraba y me daba cuenta de cuán silencioso era el sitio. Seguro que el contraste con la sala me había descolocado, pero no era tiempo para pensar en cosas banales. Me giré y le observé con una amplia sonrisa. 

- Bueno, me han dicho algo muy interesante de ti. 
- ¿Ah sí? ¿El qué, preciosa? 

Me estaba mirando de arriba a abajo, capaz que aquél estúpido pensaba que iba a acostarme con él o algo así. Mejor para mi, lo tendría más fácil. 

- Hm.. algo muy pero que muy.. interesante. 

Me acerqué a él y dejé que una de mis manos se posaran en la mejilla de aquél hombre, parecía tranquilo. Así que me acerqué más a él hasta poder propinarle un golpe en el costado con el puño restante. Haciendo que se doblara y que este me la fuera a devolver. Mal asunto para mi, no me lo esperé y lo recibí en toda la mejilla. Me giré y casi tropecé, pero pude ponerme recta de nuevo. 

- ¡Pero de qué vas, puta loca!

Se fue a acercar a mi, pero fui lo bastante rápida para darle una patada, esta vez en uno de los lados de su rodilla. Se dobló y pude acercarme más para darle esta vez una patada en la cara.

- Donde las dan, las toman. Gilipollas. 


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