EXO Royale. [Cap.1.]

Escritor : Unknown | Hora : 21:20 | Categorías :
Autor del fic o historia: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal
Nombre del relato: EXO Royale.
Tema: Acción, drama, romántico, EXO, +18.

-Capítulo 1.-

Aquella madrugada, el día previo, cuando el alba aún no había despuntado, despertaron algo más tarde de lo normal, violando un horario que trataban de seguir con disciplina. Fue una mañana confusa, llena de llamadas de teléfono de sus superiores, de broncas, de llamadas de atención, de acosadoras indiscretas… Exasperados, y si un ápice de energía, terminaron de preparase, y salieron al exterior. Frío era el viento que acariciaba sus pieles níveas, y pocos eran los transeúntes que caminaban por allí. Despreocupados ante las sasaengs que pudiera haber, anduvieron hasta el borde de la calzada, en donde acostumbraba a recogerlos el autobús habitual.
Mas, aquella vez, no fue el vehículo de siempre el que se detuvo. El relevo era un autobús de mayor proporción y longitud, tintado de negro, con cristales transparentes que revelaban a los pasajeros.

Un individuo vestido con un uniforme bruno, gafas oscuras y cabello militar les instó a meterse en el vehículo. Ninguno de los miembros aceptó tal orden, cuestionando algunos la procedencia de aquel transporte, de su conductor, y de aquel hombre de mirada severa.

Una llamada de teléfono del individuo, y otra luego de la propia empresa a uno de los jóvenes, les liberó de cualquier tipo de dudas, mas no de la curiosidad. Sin embargo, cuando alguno de ellos quiso levantar la mano y preguntar por qué habían cambiado el autobús, fue silenciado con una frase: No estoy autorizado para responder.
Ante aquel misticismo, no pudieron sino sentir un intenso miedo. La llamada de sus superiores había sido verídica, luego… ¿por qué los llevaban por otro camino?

Kai, tembloroso, con el arma palpitando entre sus inocentes manos, esbozaba lágrimas por el recuerdo de un día que, poco a poco, se fue tornando oscuro y violento. Atrás había dejado la inocencia, el trabajo para ser un ídolo de masas, las prácticas con su voz… En aquel infierno, la voz no le servía, ni sus seguidores… ni nada en lo que había creído durante aquellos últimos años.
Incapaz de contener su miedo y su tristeza, suplicaba a alguien, a Dios, a la suerte, a Buda, a quien fuera… que se apiadara de él y que, sin hacer daño a nadie más, le alejase de allí, todo lo posible. Alguien que eliminara cada segundo que había transcurrido desde que les habían expulsado de aquellas oficinas con un arma entre las manos. Alguien que borrara de su cabeza cada uno de los traumas que asolaban su mende, desde el mismo instante en que subiera al autobús militar.

- Sal de ahí. – Gritó una voz. El sonido retumbó en las paredes abombadas de la sala. – No hay salida. Y nadie va a venir a ayudarte.


El pálido temor invadió su cuerpo. Tragó saliva varias veces, ahogándose en una espiral amarga, que le instaba a correr.
Pero no podía hacerlo. No voy a huir. No puedo.

Aunque sus rodilla, trémulas, parecían no sostener el peso de su delgado cuerpo, consiguió ponerse en pie, aún con el arma sujeta. Oteando entre los estantes, divisó a su perseguidor, paseando entre las cajas, la basura y los objetos deshechables que había por toda la sala.

Uno, dos, concéntrate. Tres, cuatro, respira. Cinco, dispara. Asió el dedo sobre el gatillo, tratando de dirigir el cañón del arma hacia la cabeza del perseguidor. Vamos, hazlo. El miedo atenazaba sus extremidades, pero… tenía que sobrevivir.
¡Dispara, Kai, maldita sea!

De pronto, el cuerpo del perseguidor se desplomó. Su cabeza rodó varios metros lejos de él, deslizándose bajo una estantería.
Kai, dejando caer el arma, expulsó la poca comida que había conseguido ingerir a lo largo del día, vomitando tras él, en el interior de una caja con comida enlatada. Y, cuando levantó los ojos, se encontró con la recia imagen de una mujer occidental, de ojos oscuros, profundos, marcados, y una densa capa de cabello que descendía entre la curvatura de sus senos sugerentes. Odio en su mirada, odio en cada fibra de su cuerpo, pero, al mismo tiempo… ¿tristeza? Criatura…
Dirigía una larga espada japonesa justo hacia el entrecejo del joven.

Y, por segunda vez, Kai sintió como el temor lo invadía una vez más…

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