Otra oportunidad. [Cap.3.]

Escritor : Unknown | Hora : 16:14 | Categorías :
Autor del fic o historia: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal 
Nombre del fic o historia: Otra oportunidad.
Tema: Hetero, +18, Super Junior.(Leeteuk x fan.), romántico, drama, serie.

-Capítulo 3.-

- ¿Y si te dijera… que dudo ser nunca tan feliz como lo fui en aquel momento? – Inquirió ella, esbozando una media sonrisa por encima de las rodillas. Aunque una lágrima descendía a través de su mejilla pálida, el gesto era sincero, tanto como podía serlo, dada la situación.

- Cuando hables con él de nuevo y arregléis vuestras diferencias, serás aún más feliz si cabe, porque habrás recuperado todo lo que ahora crees muerto. Estoy segura.
- Es que no quiero arreglarlo, Maite. Quiero y no quiero… Quiero que todo termine, pasar página y continuar con mi vida.
- Es que no es un libro que quieras terminar. Si pudieras pasar la vida leyendo únicamente este libro, lo harías, y lo sabes. Lo peor es que lo sabes. – Tomó asiento delante de ella, sobre el diván. Trató de buscar contacto ocular con su joven amiga. La mirada de Ina, surcada por un rastro perlado de lágrimas, temblaba de ira y frustración. – Cuéntame. Cuéntame lo que ha pasado.
- Pero… ¿y si me juzgas? – Preguntó, con voz trémula y dubitativa. – Él no fue el único en hacer algo mal, yo misma actúe mal. Lo que teníamos… se ha destrozado, como un vaso de cristal que resbala al suelo desde la encimera.
- No te voy a juzgar… Lo que pudieras haber hecho, tus acciones pasadas… Todo ello ha quedado atrás, y no deberías darle mayor importancia. Lo que importa es el presente. Y, ahora mismo, en este instante, ¿quieres estar con él?

Y, de nuevo, con los puños apretados y el pecho contraído, esbozó una mueca que aventó más lágrimas al exterior.
Si pudiera, pensaba ella, tan distante, evadida, como en otro lugar. Si de verdad todo esto se pudiera olvidar… ¿estaría dispuesta a volver con él? Mas, por mucho que le dio vueltas y lo meditó, no logró encontrar una respuesta que le proporcionara satisfacción a su alma herida, deshecha en pedazos por los restos de un amor quebrado. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, la llama del recuerdo del joven se escapaba, iluminando su pecho como si fuera la salvación de la condena resultante de aquel amor ajado, como el rocío cayendo sobre rosas marchitas.
Tal vez, y sólo, tal vez, su amor no estuviera roto; simplemente, fragmentado.
Y esa posibilidad, esa ínfima posibilidad, le hizo sonreír.

- ¿Ves? No estás muy lejos de volver a ser feliz. – Murmuró Mai, temerosa de romper aquel mágico sentimiento que parecía haber brotado en Ina.
- Sólo por los recuerdos de él. Puede que todo se quede en un recuerdo.
- Bueno… Para que halla un futuro nuevo, debe de haber un pasado viejo, ¿no crees? Caminamos hacia una meta, hacia el final de un sendero. Pero debemos venir de un principio, de un camino que ha quedado atrás, ¿no crees? – Ina asintió, después de analizar profundamente lo dicho por Mai.
- Sí, tuvimos una historia… Una bonita historia, con un final triste… Pero, y esto es siendo sincera y leal conmigo misma, no creo que semejante historia se merezca un mal final. Esto se merece… al menos, un final en el que no queden aristas sueltas que nos dañen. Ni a él, ni a mí, ni a ninguna de las personas que me importan. – Más que pretender dar un discurso a su amiga, más bien decía tales cosas para autoafirmarse a si misma, y ganar fuerzas para lo que estaba por venir. – Quiero poder acudir a su recuerdo siempre que me sienta mal. No lo voy a poder hacer si él y yo no terminamos bien.
- Suponiendo que terminéis… - Ina asintió de nuevo. – ¿Qué deberías hacer ahora, entonces?
- Yo… - Pensativa, sus ojos traspasaron la ventana, en dirección al exterior. Caía el astro rey en dirección al mar. Aún así, los rayos solares no se habían desvanecido del todo. – Debería ir a verle. Solucionarlo todo.
- Si una historia termina con una conversación que debería haberse tenido y no se tiene, es un falso final. Los restos seguirán ahí. Tienes que averiguar, junto a él, si quieres limpiar los trozos y seguir con tu vida… o juntarlos en el mismo cuadro y comenzar una nueva historia de amor.

La esperanza brotó, muy suavemente, despacio, al mismo ritmo que ella secaba sus lágrimas, se ponía en pie, y cogía las cosas, dispuesta a salir de su hogar antes de que anocheciera completamente.
Agarrando su mochila, vislumbró la cámara de fotos a un lado del escritorio.

Tantos recuerdos que le traía aquel objeto, todos ellos buenos y agradables. Su primer contacto, sus primeras palabras intercambiadas, la primera vez que lo tuvo tan cerca… Y, mucho más tarde, aquella sensación de pánico y agobio que él disipó en cuestión de segundos.
Pero… ¿cómo había sucedido todo, después de que él se marchase con los restos de su antigua cámara?
Y, tras cogerla, se permitió un instante para detenerse, recordar… y, tal vez, empezar a perdonar.

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