Never give up. [Cap.4.]

Escritor : Unknown | Hora : 16:03 | Categorías :
Autor del fic: Daniel.
Twitter: @LeonheartTribal
Nombre del fic o historia: Never Give up.
Tema: Hetero, serie, B.A.P, +18

-Capítulo 4.-

Los ojos del muchacho se abrieron de par en par, despertándose abruptamente del sueño que lo mantenía envuelto, a causa de un extraño y chirriante sonido que había invadido la habitación.

Aún con el corazón palpitando violentamente, trató de enderezarse, y contemplar algo más que el frío techo de la habitación, en donde la luna del exterior se reflejaba con suavidad.
Sin embargo, por alguna extraña razón, ninguna de sus extremidades respondía. Ni siquiera conseguía doblar el torso para sentarse sobre la cama. Menos aún podía girar el cuello de lado a lado para tratar de distinguir a Guk en la semioscuridad del dormitorio.
Estaba completamente paralizado.

Y, en la soledad de aquella habitación, una silla se deslizó sobre el suelo de mármol azabache, situándose junto a la cama, a su siniestra. Distinguía cada sonido, lo que hizo que aumentara su sensación de agobio y pesadumbre.
Cerca, muy cerca del oído, alguien susurraba:

- No trates de moverte. No lo vas a conseguir. – Murmuraba, con voz calmada. Un suspiro en la oscuridad.

Intentando pronunciar cualquier palabra, por mínima que fuera, sintió como un nudo cruzaba por su garganta. Fue incapaz de decir nada.

- Te voy a explicar la situación despacio, ¿está claro? – Inquirió aquel sujeto de voz profunda. – Tenemos a tu amigo. Desgraciadamente para los dos, él tiene algo que me pertenece. Y quiero recuperarlo… ¿Me he explicado con claridad?

Un sinfín de pensamientos cruzaron la mente de Zelo mientras tragaba lentamente. Y un temor insólito se adueñó del él al llegarle el rumor del aliento de aquella persona, la amenaza implícita en las palabras que no había pronunciado, la seguridad con la que hablaba… Y la situación en la que estaba.

- Sé que eres nuevo aquí, pero también sé que has estado en un lugar de… llamémosle, baja categoría. – Una estela de humo cruzó frente a él. El aroma de un puro habano invadió sus fosas nasales. – Puedes tratar de averiguar algo allí. Tal vez el nuevo camarero sepa algo, si consigues dar con él. O el jefe. – Otro rastro de humo. – Aunque no te aseguro que salgas con vida.

La silla volvió a rodar.
Algo golpeó su pecho, algo duro. No pudo bajar la cabeza para mirar qué era aquel objeto. La revelación llegó de la boca de aquel individuo, cuya voz sonaba algo más distante, cerca de los pies del lecho en el que yacía:

- Es el teléfono móvil de tu amigo. Te llamaré dentro de dos noches. Si no tienes una dirección, un teléfono o algo que me sirva… mataré a tu amigo, y luego te mataré a ti. – Otra bocanada de humo hacia él. Sintió la ceniza caer sobre sus pies, aunque no notó la quemazón. – Cuando amanezca, podrás moverte. Y te aconsejo que seas rápido.

Un instante después, el dueño de aquella voz abandonaba la estancia, dejando a un Zelo bañado miedo y angustia.

Tragó saliva… Un segundo después, lágrimas intensas corrían por sus mejillas pálidas... 

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