Come to my party [Cap.5.]

Escritor : Unknown | Hora : 2:09 | Categorías :
Autor del fic o historia: Daniel.

Twitter : @LeonheartTribal
Nombre del fic o historia: Come to my party.
Tema : Hetero, romántico, comedia, [Taeyang x Fan], BIGBANG , mini-serie 
-Capítulo 5.-

Empujó la puerta violentamente, acercándose a la cama de la habitación. Sin fijarse siquiera en quien era, alzó el puño y lo descargó con toda la fuerza de su brazo sobre la nuca de aquel individuo. El hombre se desplomó en el suelo,  boca abajo, totalmente inmóvil.

En seguida, Taeyang se giró hacia Aeris. La chica yacía en la cama, mirándolo con una expresión tan triste y dolorida que hizo que al chico se le humedecieran los ojos. Temblaba violentamente. Se frotaba las manos, crispadas en torno al pecho, con nerviosismo.
Le tendió la mano. Ella le contempló y, por un momento, Taeyang dudó de si ella aceptaría su mano.

Le miraba con tanto miedo, tan asustada... Quería que ella se sintiera tranquila, que supiera que todo había pasado, que él estaba allí para protegerla y que no le haría nada malo. Ella seguía dudando...
De pronto, la mano de ella se adelantó hasta rozar la de él. Taeyang esbozó una sonrisa despreocupada, queriendo infundirle algo de valor y de ánimo, algo de energía para que se levantara. Se fue levantando poco a poco, apoyándose en él, hasta estar completamente de pie.
Sin embargo, se quedó inmóvil. Taeyang se aproximó a ella, despacio, muy despacio.
Acercó sus labios al oído de ella y, en voz baja, le susurró que no pasaría nada, que ya estaba segura.
Sintió, incluso sin estarla tocando, que un escalofrío recorría el cuerpo de la joven. Pero ella no se apartó. Asintió, aún con aquella expresión de estupor.
Los brazos de ella rodearon el torso de Taeyang, con un ritmo tan calmado que el joven no supo que se estaba moviendo hasta que sintió la calidez de los brazos de ella envolviéndolo. En seguida, respondió con el mismo gesto, cubriéndola y acercándola a su pecho. Le acarició el pelo con ternura, mientras intentaba calmar los latidos de su corazón, que había comenzado a bombear desenfrenadamente.

- Gracias... - Murmuró de ella, en un tono tan poco audible que dudó de si, de verdad, lo había dicho.

Al momento siguiente, sintió como pequeñas gotas de agua resbalaban por su pecho.
Ella estaba llorando.
Con calma y lentitud, fue llevándola al exterior de la habitación.
Sintió que tenía que sacarla de allí, que alejarla de aquella habitación.
Ella se dejó llevar, sin alejarse demasiado de él. Separándose de su pecho, se había agarrado de su brazo.
Descendieron por las escaleras, conduciéndola él hasta la terraza.
En la cocina, se encontraron con Daesung y Seungri, que le dirigieron una mirada preocupada. Taeyang les pidió, con un gesto, que no dijeran nada, que lo hablarían más tarde. Entretanto, la joven seguía arremolinada en torno a su brazo, llorando en silencio, sin pronunciar palabra.

Él le acarició la mejilla, a lo que ella levantó el rostro, encontrándose con el de él, que estaba sorprendentemente cerca.
Se contemplaron.
Ella continuaba llorando suavemente. Sus ojos, tan intensos como siempre, le miraban, suplicándole algo que no supo entender. No apartó la mirada de él, aunque era evidente que le incomodaba que la vieran llorar.
Continuó acariciando las suaves mejillas sonrojadas de la joven, con delicadeza y ternura, con calma, aún tratando de infundirle algo de valor y confianza, intentando que ella fuera más fuerte del dolor que, como bien sabía, la recorría por dentro. Sonrió y, cuán fue su sorpresa al ver que ella le correspondía con el mismo gesto, aún con ligeros atizbos de tristeza. Sin embargo, el ver su fugaz sonrisa ya era suficiente para que se sintiera un poco mejor.
En aquel instante, perdido en su mirada infinita y en su sonrisa sincera, se sintió completamente embriagado por ella.
Limpió las lágrimas de ella, acariciando bajo sus ojos. Le dolía profundamente verla tan triste, más aún sintiendo la alegría que había desprendido durante todo el día. Y sentía que quería eliminar su miedo y tristeza totalmente, pero no sabía como...
De pronto, sintió como algo le acercaba más a ella. Tan hermosa como estaba, mirándole con aquella intensidad tras las lágrimas, se prendió de sus labios y mirada.
Incapaz de resistir el impulso, aproximó sus labios a los de la joven. Ligeramente sorprendida, ella se dejó llevar por él, por sus labios, y por la sorprendente calma con la que la trataba, como si no quisiera importunarla con aquel gesto.
La acercó hacia él, abrazándola de nuevo con uno de los brazos, mientras continuaba acariciándole la mejilla con la mano restante. Acarició los labios de ella con los suyos propios, mientras la joven cerraba los ojos, aumentando la sensación de protección y calidez que él le ofrecía.
Poco a poco, ambos sintieron como nacía algo dentro de ellos, algo que iba creciendo a medida que el beso se alargaba, a medida que se sentían más y más unidos el uno por el otro.
A ella le gustó que él se comportara como lo estaba haciendo, tan... amable. Y él apreciaba que ella le aceptase de aquella manera, aún tras haber pasado por lo que acababa de pasar.

Sin quererlo, fueron separándose poco a poco, ruborizados ligeramente. Sin embargo, no se dejaron de abrazar. Continuaron cerca, buscando algo que tal vez el otro les podría ofrecer.
Ninguno de los dos quería romper el silencio que se había formado, el mágico silencio que no debe ser interrumpido y que precede a un beso. Pero, por otro lado, querían decirse tantas cosas...

- Yo... - Empezó a decir ella. Él la miró, dubitativo. Sin embargo, ella guardó silencio, mostrando algo de timidez.
- ¿Quieres decir algo? - Ella desvió la mirada.
- Sólo... darte de nuevo las gracias... - A él se le humedecieron los ojos. Agradeció profundamente que ella no le estuviera mirando. - Tenía muchísimo miedo, pedí ayuda pero todos se estaban yendo y... - Él posó un dedo sobre sus labios.
- No pienses en eso... Y no tienes que agradecerme nada. - Rodeó la cintura de ella con los brazos, sin dejar de contemplarla.
- Sí, si que tengo... Cuando subí ahí con Wheesung no sabía que él reaccionaría de esa manera y...
- Espera un momento. - De pronto, el rostro del muchacho se endureció. Ella levantó los ojos. - ¿Wheesung?
- Ajá... Subí porque quería hablar, le dije que había un chico de la fiesta que me comenzaba a atraer y.. Me empujó contra la cama... - Otra lágrima rodó por su mejilla.

Él se la secó, posando un beso sobre su frente.

- Tranquila, ya ha pasado todo. - Mientras la consolaba, pensaba en aquel joven que había golpeado. Es verdad que se le había hecho ligeramente familiar, pero... ¿Wheesung? Ajustaría cuentas con él. De momento, lo único que le preocupaba era ella. - ¿Quieres que te acompañe a casa?

Ella asintió lentamente.
El joven fue a la cocina. Pidió a Seungri y a Daesung que se encargaran de que Wheesung  se quedara allí a dormir. Omitió las explicaciones innecesarias. Ellos no insistieron, al ver las escasas lágrimas que aún descorrían por las mejillas de Aeris.
Taeyang tomó las llaves de uno de sus coches, y, tomando la mano de ella con suavidad, la llevó hasta él.
No iba a dejarla sola aquella noche.
Y, si Aeris consentía, no quería dejarla sola nunca más.

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