Autora del one-shot o mini serie: Maite.
Twitter : @Maiseo94
Nombre del one-shot o mini serie: Forever.
Tema : Hetero, Sistar x Infinite. [Dasom x L] [Soyou x Sunggyu], +18 [Lemon.]
-Parte 1.-
Abrí los ojos y parpadeé unas cuantas veces, estiré mis
brazos con cuidado y me giré para verlo y sonreí, era precioso, me encantaba
verlo dormir, parecía un pequeño ángel, pero justo hoy no podía dejarlo dormir
más, era un día demasiado especial para que no estuviéramos a tiempo para todo,
así que muy a mi pesar posé mi mano en su pecho y lo moví de un lado a otro con
suavidad -Myungsoo… Despierta, que tenemos que prepararnos… En una media hora
llegará ella…-
Se giró, dándome la espalda y yo reí con suavidad, era tan… adorable.
-Venga, o te haré cosquillas…-
Levanté una de mis manos y la acerqué a su cintura, volviéndolo a mover.
Se giró, dándome la espalda y yo reí con suavidad, era tan… adorable.
-Venga, o te haré cosquillas…-
Levanté una de mis manos y la acerqué a su cintura, volviéndolo a mover.
-Jo… Quiero dormir un poco más, Sommie, anda… Solo un poco
más..- Se giró y me abrazó con fuerza mientras escondía su rostro en mi pecho, algo
que me hizo reír.
-No hay tiempo, venga… Levanta, ya tendrás tiempo para
dormir otro día, ¿es que no recuerdas que día es hoy?- Le dije justo antes de
dejar un beso en su pelo.
Se alejó y se sentó en la cama, poniendo suaves morros.
Se alejó y se sentó en la cama, poniendo suaves morros.
-Cierto, no puedo dormir más. Pero puedo hacer esto…- Dijo
él mirando al frente.
-¿El qué?- Le dije extrañada mientras le miraba aún
sonriente.
Y su respuesta fue girarse y abalanzarse sobre mí, abrazándome con fuerza mientras dejaba tantos y tantos de esos besos sonoros en mi rostro. Empecé a reír, ya que era otra de las cosas que me encantaban de él, aunque algo calló esas carcajadas. Noté como posaba sus labios sobre los míos, acariciándolos con suavidad y como no, yo le correspondí aquel beso tan tierno, poco a poco abrimos nuestros labios, dejando paso a un juego entre nuestras lenguas que duró poco, no teníamos tiempo para hacerlo, una pena la verdad, ya que tenerlo sobre mí, sin camisa y besándome de esa forma, era difícil no querer que lo hiciéramos una y otra vez, pero con pocas ganas dejamos de besarnos.
Y su respuesta fue girarse y abalanzarse sobre mí, abrazándome con fuerza mientras dejaba tantos y tantos de esos besos sonoros en mi rostro. Empecé a reír, ya que era otra de las cosas que me encantaban de él, aunque algo calló esas carcajadas. Noté como posaba sus labios sobre los míos, acariciándolos con suavidad y como no, yo le correspondí aquel beso tan tierno, poco a poco abrimos nuestros labios, dejando paso a un juego entre nuestras lenguas que duró poco, no teníamos tiempo para hacerlo, una pena la verdad, ya que tenerlo sobre mí, sin camisa y besándome de esa forma, era difícil no querer que lo hiciéramos una y otra vez, pero con pocas ganas dejamos de besarnos.
-Cuanto te amo Sommie..- Dijo él aún sobre mí mientras
sonreía de aquella forma que me hacía que me derritiera.
-Y yo a ti Myungsoo…- Dije sonriéndole de la misma forma. -¿Sabes?
Aún se me hace raro que me llames así…-
-¿No te gusta? ¿Prefieres que te siga llamando Dasom?- Se
apartó poco a poco hasta bajar de la cama y estirarse.
-Me encanta, pero es eso, se me hace raro… Aunque ahora
tendré que buscar algún mote para ti…- Dije mientras me levantaba de la cama y
me dirigía hacia el baño.
-Espero que lo tengas en cuanto todo termine… ¿Vale?-
-Jo, sabes que me va a costar… Pero vale, prometo tener un
mote para ti.-
Me acerqué hasta el lavabo y abrí el grifo como cada mañana,
tenía la manía de mojarme la cara para así poder despertarme del todo.
En cuanto mojé mi cara salí del baño y me dirigí a la cocina y ahí estaba Myungsoo mirando la nevera.
En cuanto mojé mi cara salí del baño y me dirigí a la cocina y ahí estaba Myungsoo mirando la nevera.
-¿Qué quieres desayunar hoy?- Dijo él aun mirando la nevera
de arriba abajo.
-Con unos cereales estará bien.. ¿Tú que desayunarás? Porque
hoy tienes que desayunar, ¿vale?- Myungsoo estaba acostumbrado a no desayunar,
pero hoy no podía permitírselo, justo hoy no.
-¿En serio que debo comer algo? Es que no tengo hambre…-
Me acerqué a él y le palmeé la espalda, antes de dirigirme
al salón.
-Sí, hoy sí. Como si es una manzana, pero come algo. Te
espero en el salón, espero que no se te olvide el azúcar.- Dije antes de
escaparme de la cocina y de que él pudiera decirme cualquier cosa.
Me senté en el sofá y encendí la tele, no había nada, como siempre, pero no me importaba, siempre la ponía para oírla de fondo.
Myungsoo no tardó en traer todo en una bandeja y dejarlo en la mesa.
Me senté en el sofá y encendí la tele, no había nada, como siempre, pero no me importaba, siempre la ponía para oírla de fondo.
Myungsoo no tardó en traer todo en una bandeja y dejarlo en la mesa.
-No te acostumbres a esto, eh… Que hoy lo hago porque es hoy…-
Dijo él antes de sentarse, sabía que estaba bromeando, ya que más de una vez me
había despertado y ya tenía el desayuno en la cama o en el salón y el esperándome
con una sonrisa.
-Bueno, no te preocupes, pienso compensártelo.- Le guiñé un
ojo y me serví, eché bastante leche y azúcar, pero apenas me eché cereales,
para después comérmelos.
Mientras ambos desayunábamos, íbamos hablando de cosas bastante aleatorias y algunas de ellas sin sentido, la verdad.
Ambos terminamos de comer y recogimos todo, para después guardarlo y limpiarlo. Cuando terminamos sonó el timbre, yo sonreí como una estúpida y casi fui corriendo hacia la puerta, abriéndola y antes de poder decir nada, empezó a gritar.
Mientras ambos desayunábamos, íbamos hablando de cosas bastante aleatorias y algunas de ellas sin sentido, la verdad.
Ambos terminamos de comer y recogimos todo, para después guardarlo y limpiarlo. Cuando terminamos sonó el timbre, yo sonreí como una estúpida y casi fui corriendo hacia la puerta, abriéndola y antes de poder decir nada, empezó a gritar.
-¡DASOM! ¡QUÉ HOY ES EL DÍA! AY DIOS, QUE ME DÁ, QUE ME DÁ.-
Dijo Soyou, estaba sonriéndome de una forma que nunca había visto y saltando
mientras aplaudía, reí como una loca durante unos segundos y ella aprovechó
para saltar sobre mi, abrazándome. Le correspondí el abrazo mientras dejaba que
me besuqueara la mejilla.
-Parece que eres tú la que se va a casar y no yo.- Dije
bromeando.
-Aish, si Sunggyu te oyera..-Me soltó y se cruzó de brazos
mientras me decía aquello.
-Anda pasa, pasa. ¿Has traído todo?- Dije mientras me giraba
y me dirigía hacia el salón, dónde estaba Myungsoo, mirando la tele.
-Claro, lo tengo todo, no te preocupes, ¿es que no has visto
mi maletín? Por cierto, ¿qué hace aquí el novio? ¡Fuera de aquí, no puedes ver a
la novia transformarse! ¡Venga, fus,fus! Por cierto, Sunggyu te espera abajo,
espero que no hagáis cosas obscenas, eh.- Dijo ella adelantándome, mirando a
Myungsoo. Él la miró frunciendo el cejo.
-Tú lo que quieres es robármela, lo sé. Que te conozco.
Mierda, me has pillado. - Se levantó y se acercó a mi, abrazándome con fuerza y
sacándole la lengua.
-Mierda, también me has descubierto… Dasom, ya no podremos
huir a Hawaii a vivir una vida de amor y pasión las dos. Pero no pienso
rendirme, te la robaré.- Empecé a reír nuevamente, siempre que nos veíamos se
ponían así y dios, nunca me cansaba de oírlos, porque siempre saltaban con algo
así y todo eso había pasado porque la primera vez que nos conocimos ella me
abrazo como si fuera un koala, porque no confiaba en él, ni en nadie.
-Es que mi futuro marido es muy listo Soyou, tienes que
pensar mejor el plan.- Le di un beso en la mejilla a Myungsoo y volví a mirar a
Soyou. –Y es cierto Myungsoo, ponte algo ya y baja al coche, venga, venga.-
Posé mis labios en los suyos y le di un beso sonoro, para después darle una
palmadita en el trasero, antes de que fuera hacia el cuarto.
-Bueno Soyou, supongo que te prepararás aquí, ¿no?- La miré
mientras me cruzaba de brazos, mirándola de arriba abajo.
-Pues claro, no pensarás que voy a ir a tu boda así, ¿no?-
Dijo mientras dejaba el maletín de su mano en la mesa del salón. –Pienso maquillarme
y vestirme aquí, tengo el vestido en el maletín. Y pienso robarte uno de tus
tacones.- Dijo ella dirigiéndose a mi cuarto.
-Que lista eres, eh.- Le grité desde el salón.
-Para algo están las amigas, ¿no?- Grito ella, oí como
rebuscaba por el cuarto y no tardó en salir del cuarto con uno de mis tacones
negros.
Bueno, ya tengo todo así que.. a prepararnos.