Don't worry little baby.[Cap.1.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 19:47 | Categorías :
Autora del fic o historia: Sandra

Twitter : @Aonlything
Nombre del fic o historia:  Don't worry little baby.
Tema : Hetero, MYNAME ( MYNAME x Fan), +18.


-Capítulo 1.-

Hacía un mes y medio que había vuelto a Corea del sur y había tenido la suficiente suerte como para encontrar un puesto de profesora de inglés en un instituto de Seúl. Estaba realmente emocionada con ello y había cometido el error de celebrar junto a mi abuelo, a mis “hermanos” y “tíos”, bebiendo hasta altas horas de la noche. Solía emborracharme con rapidez pero jamás había tenido resaca, gracias a dios, lo único malo es que llegaba tarde en  mi primer día. Maldita fuese mi afición por beber junto a mi familia.

Cuando salí de casa cogí la bici ya que Jimmy, mi Cadillac,  aún no había llegado de Estados unidos. Estaba segura de que pedaleaba a tal velocidad que cuando llegase al instituto estaría echa un fiasco y con pelos de loca, pero lo primero era llegar y luego me preocuparía por mi aspecto.

Llegué justo a tiempo aún no había sonado la campana para  el comienzo de las clases, no había podido llegar a la presentación de profesores pero al menos llegaba puntual a las clases. Di gracias de encontrar a diversidad de alumnos todavía por fuera, que me miraron bastante raro, seguramente porque parecería una loca. Me bajé de la bici y la encadené  en la zona de bicis junto a la de otros alumnos y salí disparada hacia la sala de profesores, intentando no atropellar a ningún alumno que se cruzara en mi camino. Cuando por fin alcancé la sala de profesores me trencé rápidamente el cabello, me coloqué bien el flequillo  y las gafas, antes de entrar al lugar chocando de frente con alguien.

-Oh, disculpe.- refunfuñé por lo bajo sobandome la nariz ya que al chocarme me habían incrustado las gafas. Alcé la vista y solté un juramento interno.
-Llega tarde señorita Shin, espero que esto no vuelva a pasar  y sea más cuidadosa.- Me había chocado justamente con le director Park. La primera  vez que lo vi iba vestido de jardinero, cosa que me hizo bastante gracia pues al parecer se encargaba también del mantenimiento de los jardines por pura afición, un hombre extraño. Además era el único que sabía de mi verdadera procedencia y a pesar de que era un trocito de pan, sabía que debía regañarme frente a mis compañeros, para no mostrar ningún tipo de favoritismo.- Esta vez lo dejaré pasar puesto que sé que aún se esta acostumbrando de su regreso de Estados Unidos. – Asentí y le dediqué una mirada agradecida que fue respondida con una breve sonrisa.
De pronto me percaté de que era el centro de atención y fijé la mirada por encima del hombro del director Park, para ver a mis compañeros. Había dos mujeres más, aparte de la secretaria de dirección, a la cual ya conocía, una señora entrada en edad algo remilgada pero educada. Una de las que estaba cerca de la secretaria de dirección, era algo bajita y bastante graciosa, era la enfermera ya que llevaba una bata blanca y una plaquita que la definía como tal y la que estaba a su lado, era sin lugar a dudas una de las típicas bellezas coreanas. Pelo negro, lacio y facciones de muñeca. ¿Seria la profesora de Matemáticas?, bah...ya lo averiguaría. Seguí mi inspección y topé con una brillante calva y un señor bajito y rechoncho con otra bata blanca que tenía cosido en un bolsillito de ésta la palabra “ciencias”, quedaba claro cual era su materia. De los dos que estaban a su lado uno de los hombres iba ataviado con un chándal, así que ese era el profesor de educación física y el que sobraba imaginaba seria el de lenguaje. Sonreí a todos a modo de saludo.
- Señorita Shin, más tarde haremos las presentaciones adecuadas, ahora coja la lista de su nueva clase que la guiaré yo mismo hasta ella.- El director rompió su intenso escrutinio y me di cuenta entonces de que había intimidado un poquito a mis nuevos compañeros, a los cuales dediqué una calida sonrisa a modo de disculpa.
-Encantada de conoceros a todos, espero que podamos llevarnos bien.- Entré rápidamente a la sala de profesores para dejar mis cosas en la mesa que estaba vacía. Cogí el dossier con la lista de mis alumnos, seguidamente cogí la carpeta que había traído de casa con las clases preparadas y me eché el bolso al hombro. Eché un vistazo a la lista y pude comprobar que me había tocado la clase 3º A
-Ahm… ¿Puedo preguntarle por qué solo veo nombres masculinos en mi clase? – Comenté esto mientras caminaba de nuevo hacia el director y pude percatarme de cómo se exaltaron todos. ¿Pero que...?
-Director Park, ¿cómo puede asignarle a esos animales? , ¿acaso quiere que acabe como el último de sus tutores? Además es una mujer, ellos se aprovecharan de ello.- La voz profunda salio del profesor de educación física que parecía bastante preocupado y disgustado.
-Es cierto director, debería asignar a alguien que por lo menos tenga la fuerza física de responder a una agresión. Ella parece aun bastante joven, la habría confundido con una estudiante y eso sabrán aprovecharlo, no la respetaran.- La enfermera se acerco y se planto justo a mi lado, posando una mano en mi brazo mientras parecía frotarlo queriendo reconfortarme. Todo aquello me dejo bastante desconcertada y miré al director, alzando las cejas en busca de una buena explicación. Mientras los demás profesores permanecían mudos aún del asombro... Ni que me estuviera mandado a la silla eléctrica, por dios, eran solo niños.
-Callaos de una vez, ¿o es que acaso preferís cambiar alguno de vosotros vuestra tutoría por la suya? – La voz provino de la puerta que había permanecido abierta desde mi llegada. Arrugué la nariz, al ver al dueño de dicha voz. Era un hombre cuarentón, que llevaba un peinado algo... ¿como definirlo? , algo inspirado en un tupé de Elvis. Parpadee varias veces intentando mantenerme serena pero entre ese tupe  y la corbata de cerezas, ese señor iba a terminar causándome un ataque de risa. Intenté distraer mi atención del sujeto para  ver la reacción de mis compañeros ante esa propuesta y percibí que se hizo un silencio sepulcral que fue roto por la campana que anunciaba que la jornada de trabajo había empezado. – Ya veo, como nadie quiere cambiar, espero no oír más quejas y venga todos a trabajar.- Refunfuñó el hombre de tupe y corbata ridícula que se acerco hacia donde estábamos el director y yo, que nos habíamos apartado un poco para dejar paso al profesorado.
-¿Por qué se han puesto todos así director Park? – La curiosidad me mataba ante tal reacción tan fatalista. ¿Acaso me iba a tocar domesticar a un grupo de bestias pardas?
-Se han puesto así porque ha sido asignada a ser la tutora de la escoria y basura de este instituto, son alumnos que dañaban tanto a otros alumnos y a su estudio que decidimos apartarlos y reunirlos en un solo entorno para que no perjudicasen más ni nuestra imagen ni a ningún otro alumno brillante más. – Aquella sarta de estupideces salio de forma orgullosa de los labios del señor del tupe. Simplemente oír la definición que había usado para referirse a los que desde aquel día eran mis alumnos había conseguido que quisiese hacerle tragarse esa corbata. Nadie tenía derecho a llamar a otra persona “basura” o “escoria”. Mire de mala gana a mi interlocutor.
-Le agradecería que de ahora en adelante se refiera a mis alumnos de forma más respetuosa.- Conteste secamente sin querer volver a oírle hablar, pero para mi desgracia el director chafo aquel pensamiento.
-Señorita Shin, él es el jefe de estudios, el señor Bang. Y va a ser el que tenga que enseñarle las instalaciones y guiarle hasta su aula porque se me esta haciendo tarde y tengo que ir a una reunión.- El director desapareció seguido de su secretaria sin dejarme tiempo para poder quejarme o despedirme.
- Bien, encantado de conocerla señorita Shin, sígame. Y no se tome a mal lo que digo de sus alumnos, cuando los vea entenderá lo que quiero decir y porque me refiero a ellos con ese tipo de apelativos. Son demasiado problemáticos y en esta escuela no hay sitio para ese tipo de gente. Así que intentamos no aceptar a más alumnos que traigan ese tipo de trayectoria.- El siguió parloteando pero verdaderamente preferí desconectar porque tanto degradar a la gente “problemática” como mis alumnos me estaba empezando a mosquear. Ese hombre en aquel corto período de tiempo  que duró unos  quince minutos, lo que tardamos en ir desde la sala de profesores hasta la clase que me correspondía, había demostrado ser un completo imbecil, clasista y estirado.
-Mucha suerte y espero que se le de bien correr.- de forma dramática hizo una reverencia y se giro para irse por donde había venido, como si el diablo le persiguiera.
-Oh dios mío...ese tío es estupido...- Murmuré para mi y me calle un momento al oír el jaleo que provenía del aula donde estaban MIS alumnos. Eran más escandalosos que un corral lleno de gallinas. Inspire profundamente, intentando alejar los nervios que me invadieron de golpe. Quería gustarle a mis alumnos. Quería que viesen en mí una fuente de confianza y apoyo. Me miré a mí misma, revisando que mi atuendo estuviese bien. Me había costado decidirme pero al final me  decanté por un suéter de punto azul que me quedaba sueltecito, debajo una camiseta básica negra, unos vaqueros largos y unos botines bajos negros con tachuelas que hacían juego con mi bolso. Era bastante moderna y tampoco iba mal, no me había maquillado y había preferido llevar las gafas para estar cómoda.

Cuando oí la segunda campanada que indicaba que ya todos debían estar en sus aulas me adentré a la aventura y abrí la puerta para ser absorbida por aquel espacio bullicioso lleno de adolescentes. Me percaté, nada más posar la vista en mis alumnos de que realmente tenían pinta de busca pleitos. Había diferencia estilos pero abundaba el cuero y los pinchos, al igual que las malas miradas y el silencio cuando me vieron entrar. Me acerqué a la mesa que estaba unto a la pizarra y el bolso y las carpetas sobre la mesa.

-Buenos días a todos, soy vuestra nueva tutora, mi nombre es Shin Danae. Podéis llamarme Danae sin ningún problema.-

google+

linkedin