Autor del fic o historia: Daniel.
-Capítulo 3.-
Los invitados, ya dispersos por la estancia, conversaban animadamente. Se sintió cómodo repentinamente, pues ya no estaban centrados únicamente en él.
Ailee y Aeris estaban cerca de la puerta del balcón, y se encontraban sumidas en una amena conversación. O eso parecía. No quería molestarlas, por lo que pensó en dirigirse a otro lado de la casa, hasta que tuviera la oportunidad de hablar con aquella hermosa muchacha occidental.
Sin embargo, Ailee se alejó de Aeris en dirección a la terraza. Cuando pasó junto a Taeyang, le sonrió con complicidad. Taeyang asintió en agradecimiento, y luego se acercó a Aeris. Esta parecía nerviosa cuando él la saludó, pero, tras aquella máscara de timidez, sus ojos le gritaban algo que no lograba entender.
- ¿Cómo estás? - Preguntó ella. Sus expresiones faciales eran ricas, más ricas que el resto de mujeres de su entorno. Parecía preocupada, verdaderamente preocupada por él.
- Bien, muy bien... Mejor, la verdad. - Se situó a su lado, acariciándose la nuca con timidez. Definitivamente, se sentía inferior al lado de ella, tan poca cosa... Nunca se había sentido así con nadie. - Me ha sorprendido mucho todo lo que tenían preparado. G-Dragon y Seungri me han engañado muy bien. Ya los conoces, ¿verdad?
- Sí. - Esbozó una suave sonrisa. - De hecho... fue idea mía prepararte una fiesta sorpresa, aquí, lejos de la civilización.
- ¿Idea tuya? - Ella asintió. - ¿Por qué?
- Bueno... Teniendo en cuenta que todos sois estrellas, pensé que os sentaría bien reuniros lejos de cámaras, de fans... ser vosotros mismos, por una vez. Y tener la oportunidad de ver a los demás como los amigos que son, no como idols. - Señaló, con un gesto de barbilla, a Wheesung y a Seungri, quienes corrían de un lado a otro, el primero intentando atrapar al segundo. - Ellos dos y G-Dragon me pidieron mi opinión, un punto de vista femenino, o eso dijeron. Me hablaron de ti todo lo que pudieron y más, para que pensara una fiesta perfecta. Según sus propias palabras ''no acogería bien nuestras ideas, ¿por qué no optar por un punto de vista de alguien que no sea famoso?'' - Miró a Taeyang, con aquellos ojos hipnóticos que tenía. La forma almendrada de su mirada, a la que tan poco acostumbrado estaba, le parecía tan exótica como atrayente. - Aunque no escogí bien, teniendo en cuenta cómo te lo tomaste.
Ambos rieron ligeramente ante el comentario de ella. Taeyang movió la cabeza de lado a lado:
- No, no, ha sido perfecto. Puede que me sorprendiera al principio, pero te agradezco la idea. Aunque adoramos a nuestros fans, hay veces que necesitamos alejarnos un poco de... todo eso y, como has dicho, ser nosotros. - Ella asintió.
- Espero que disfrutes de tu fiesta.
Se miraron... Se podría decir que saltaron chispas, pero, en realidad, lo que nació en el interior de ambos fueron intensas llamas que los devoraban. ¿De dónde nacían esas ganas de lanzarse a los brazos del otro? ¿Por qué, tan repentinamente, se sentían... cercanos?
- Debería... hacer presencia junto a los demás invitados, agradecerles que hayan venido y... ya sabes...
- No te preocupes... Uhm... - Ella parecía confusa. Él le sonrió, invitándola a hablar. - No sé cómo debería llamarte... Sé que te suelen llamar Taeyang, tanto amigos como los demás, pero puede que te resulte más cómodo si te llamo Young Bae... Es tu nombre real, ¿no?
- Sí, pero ya me he hecho a la idea de que me llamen Taeyang. Young Bae suena muy formal. Aunque, por ser tú... - Las miradas, aún conectadas, seguían desprendiendo la misma fuerza. Taeyang sintió como se le encogía el corazón ante ella. -... llámame como prefieras.
- No quiero hacerte sentir incómodo. - Él se encogió de hombros, aún sin abandonar la sonrisa.
- No te preocupes por eso. Ellos me hacen sentir incómodo. - Indicó a sus compañeros de grupo con un gesto. - Tendré que ir a socializar. ¿Te apetece que... hablemos más tarde?
- Estaré encantada, Taeyang.
Se separaron. Él se dirigió hacia el resto de asistentes mientras Aeris lo hacía hacia el balcón. Ailee se encontraba aún allí, mirándola con expresión divertida y curiosa.
- ¿Qué tal ha ido? - Preguntó.
- Es... extraño. - Murmuró Aeris, sonrojándose ligeramente. - No hemos hablado apenas nada... pero me siento muy unida a él. Más de lo que he estado unida a ningún otro hombre.
- ¿Incluido Wheesung? - Ailee parecía divertirse ante el rubor de ella.
- Incluido él. Taeyang es tan.. diferente.
- Es un chico magnífico. Dale una oportunidad. Conócele. - Aeris asintió, aún ruborizada, aún con la piel erizada ante la presencia de Taeyang cerca de ella. - Tal vez tu suerte en el amor cambie.
Ella deseaba que cambiara.
Algo en Taeyang la atraía hacia él. Quería derretirse en sus fuertes brazos, abandonarse a su voluntad... Sólo pensar en él la confundía, pues ni Wheesung, con el más profundo de sus besos, había logrado, en el pasado, hacerla temblar como Taeyang lo logró con una única palabra.
Quería conocerle más. Sólo un poco más... Y luego ya vería cómo terminaba toda aquella historia...
Y pensar que había estado a punto de rechazar la invitación a la fiesta.
¡Qué tonta hubiera sido, de haberlo hecho!
Twitter : @LeonheartTribal
Nombre del fic o historia: Come to my party.
Tema : Hetero, romántico, comedia, [Taeyang x Fan], BIGBANG , mini-serie-Capítulo 3.-
Los invitados, ya dispersos por la estancia, conversaban animadamente. Se sintió cómodo repentinamente, pues ya no estaban centrados únicamente en él.
Ailee y Aeris estaban cerca de la puerta del balcón, y se encontraban sumidas en una amena conversación. O eso parecía. No quería molestarlas, por lo que pensó en dirigirse a otro lado de la casa, hasta que tuviera la oportunidad de hablar con aquella hermosa muchacha occidental.
Sin embargo, Ailee se alejó de Aeris en dirección a la terraza. Cuando pasó junto a Taeyang, le sonrió con complicidad. Taeyang asintió en agradecimiento, y luego se acercó a Aeris. Esta parecía nerviosa cuando él la saludó, pero, tras aquella máscara de timidez, sus ojos le gritaban algo que no lograba entender.
- ¿Cómo estás? - Preguntó ella. Sus expresiones faciales eran ricas, más ricas que el resto de mujeres de su entorno. Parecía preocupada, verdaderamente preocupada por él.
- Bien, muy bien... Mejor, la verdad. - Se situó a su lado, acariciándose la nuca con timidez. Definitivamente, se sentía inferior al lado de ella, tan poca cosa... Nunca se había sentido así con nadie. - Me ha sorprendido mucho todo lo que tenían preparado. G-Dragon y Seungri me han engañado muy bien. Ya los conoces, ¿verdad?
- Sí. - Esbozó una suave sonrisa. - De hecho... fue idea mía prepararte una fiesta sorpresa, aquí, lejos de la civilización.
- ¿Idea tuya? - Ella asintió. - ¿Por qué?
- Bueno... Teniendo en cuenta que todos sois estrellas, pensé que os sentaría bien reuniros lejos de cámaras, de fans... ser vosotros mismos, por una vez. Y tener la oportunidad de ver a los demás como los amigos que son, no como idols. - Señaló, con un gesto de barbilla, a Wheesung y a Seungri, quienes corrían de un lado a otro, el primero intentando atrapar al segundo. - Ellos dos y G-Dragon me pidieron mi opinión, un punto de vista femenino, o eso dijeron. Me hablaron de ti todo lo que pudieron y más, para que pensara una fiesta perfecta. Según sus propias palabras ''no acogería bien nuestras ideas, ¿por qué no optar por un punto de vista de alguien que no sea famoso?'' - Miró a Taeyang, con aquellos ojos hipnóticos que tenía. La forma almendrada de su mirada, a la que tan poco acostumbrado estaba, le parecía tan exótica como atrayente. - Aunque no escogí bien, teniendo en cuenta cómo te lo tomaste.
Ambos rieron ligeramente ante el comentario de ella. Taeyang movió la cabeza de lado a lado:
- No, no, ha sido perfecto. Puede que me sorprendiera al principio, pero te agradezco la idea. Aunque adoramos a nuestros fans, hay veces que necesitamos alejarnos un poco de... todo eso y, como has dicho, ser nosotros. - Ella asintió.
- Espero que disfrutes de tu fiesta.
Se miraron... Se podría decir que saltaron chispas, pero, en realidad, lo que nació en el interior de ambos fueron intensas llamas que los devoraban. ¿De dónde nacían esas ganas de lanzarse a los brazos del otro? ¿Por qué, tan repentinamente, se sentían... cercanos?
- Debería... hacer presencia junto a los demás invitados, agradecerles que hayan venido y... ya sabes...
- No te preocupes... Uhm... - Ella parecía confusa. Él le sonrió, invitándola a hablar. - No sé cómo debería llamarte... Sé que te suelen llamar Taeyang, tanto amigos como los demás, pero puede que te resulte más cómodo si te llamo Young Bae... Es tu nombre real, ¿no?
- Sí, pero ya me he hecho a la idea de que me llamen Taeyang. Young Bae suena muy formal. Aunque, por ser tú... - Las miradas, aún conectadas, seguían desprendiendo la misma fuerza. Taeyang sintió como se le encogía el corazón ante ella. -... llámame como prefieras.
- No quiero hacerte sentir incómodo. - Él se encogió de hombros, aún sin abandonar la sonrisa.
- No te preocupes por eso. Ellos me hacen sentir incómodo. - Indicó a sus compañeros de grupo con un gesto. - Tendré que ir a socializar. ¿Te apetece que... hablemos más tarde?
- Estaré encantada, Taeyang.
Se separaron. Él se dirigió hacia el resto de asistentes mientras Aeris lo hacía hacia el balcón. Ailee se encontraba aún allí, mirándola con expresión divertida y curiosa.
- ¿Qué tal ha ido? - Preguntó.
- Es... extraño. - Murmuró Aeris, sonrojándose ligeramente. - No hemos hablado apenas nada... pero me siento muy unida a él. Más de lo que he estado unida a ningún otro hombre.
- ¿Incluido Wheesung? - Ailee parecía divertirse ante el rubor de ella.
- Incluido él. Taeyang es tan.. diferente.
- Es un chico magnífico. Dale una oportunidad. Conócele. - Aeris asintió, aún ruborizada, aún con la piel erizada ante la presencia de Taeyang cerca de ella. - Tal vez tu suerte en el amor cambie.
Ella deseaba que cambiara.
Algo en Taeyang la atraía hacia él. Quería derretirse en sus fuertes brazos, abandonarse a su voluntad... Sólo pensar en él la confundía, pues ni Wheesung, con el más profundo de sus besos, había logrado, en el pasado, hacerla temblar como Taeyang lo logró con una única palabra.
Quería conocerle más. Sólo un poco más... Y luego ya vería cómo terminaba toda aquella historia...
Y pensar que había estado a punto de rechazar la invitación a la fiesta.
¡Qué tonta hubiera sido, de haberlo hecho!