Autora del one-shot o mini serie: Sandra
Twitter : @Aonlything
Nombre one-shot o mini serie: Can you keep a secret?
Tema : Yaoi, B.A.P (Bang Yong Guk x Zelo), mini-serie, +18.
-Capítulo 2.-
Había pasado una semana desde aquel incidente
y la sensación de incomodidad parecía no remitir. Odiaba la sensación abismal
que había entre ambos pero no se sentía con fuerzas de intentar ser el mismo
que antaño era con él. Cuando estaba a su lado, un dolor le taladraba el pecho,
pues tenía la certeza de que jamás seria suyo, y odiaba en exceso a cualquier
mujer que se acercase a él, malditas furcias.
Sintió la calidez de una mano masculina sobre
su cabeza y alzo la vista, estaba demasiado distraído para percatarse de que
Himchan se había acercado.
- ¿A qué viene esa cara de pocos amigos
pequeñajo? – Su mejor amigo, su compañero de piso y el único que sabía de sus
sentimientos por Guk. Ese chico de sonrisa fácil y mirada cálida había sido su
mayor apoyo, nunca le había juzgado y era el único que parecía leerle como si
de un libro abierto se tratase.
- ¿A quién llamas pequeñajo? Soy más alto que
tú, ¿o acaso se te olvidaba? – Alzó el mentón orgullosamente, intentando
parecer altivo pero la sonrisa divertida que curvaba sus labios siempre le
delataba. Con él era capaz de ser él mismo, a pesar de su amor no correspondido,
que había conseguido llevarse gran parte de su alegría.
Himchan puso los ojos en blancos antes de
darle un leve empujón riéndose divertido.
- Serás todo lo alto que tú quieras pero te
quedan muchos videos de barrio sésamo para alcanzar a tu hyung. Así que deja de
estar en las nubes y vamos, los demás nos están esperando.- hizo un suave gesto
con la mano antes de apartarse y caminar hacia la puerta. Zelo refunfuño y se
incorporó dejando su taza en la mesa para ir tras su amigo. Habían quedado
todos para comer y divertirse junto, esperaba que esta vez Guk no prefiriese a
una de esas furcias.
Hacía cinco minutos que habían llegado al
buffet donde iban a comer, estaban todos menos el líder del grupo, Zelo
intercambio una mirada de decepción con Himchan, todos echaban de menos a su
amigo, y él parecía cada vez más metido en su mundo. Caminaron hacia una de las
mesas cuando de pronto oyó a Himchan exclamar un “¡Oh!” de sorpresa, siguió la
mirada de éste y encontró a Guk sentado en una mesa con una de esas sonrisas
que hacían que se le derritiese el corazón.
- Llegáis tarde, llevo esperando cinco
minutos y me muero de hambre.- Les miro simulando estar enfadado pero al ver la
reacción de los demás, que se fueron a saludarle y a meterse cariñosamente con
él, sonrió nuevamente.- ¿Vamos a comer ya o me vais a seguir matando de hambre?
- No seas exagerado, solo han sido cinco
minutos – Oyó decir a Daehyun divertido, el cual empujo suavemente a Guk.
- Bueno, bueno de todas formas yo también
tengo hambre, ¡vamos al ataque! – Zelo se río al oír a Jongup decir aquello. El
mayor problema de su manager con ellos era precisamente el amor incondicional
que sentían por la comida. Gastaban muchísimo más en comida que en ropa. Lo que
hacía que el manager valorase mucho el servicio de buffet.
Después de la comida en la que desbalijaron
notoriamente el buffet, fueron a unos recreativos. Mala idea, pues las fans los
acosaron demasiado y terminaron yéndose antes de poder disfrutar realmente de
aquel lugar. Aun así lo pasaron bastante bien, pues terminaron yendo al
karaoke, pidieron bebidas y disfrutaron despojándose del estrés cantando y
riendo.
La noche se precipito demasiado pronto para
el gusto de Zelo, hacía mucho que no se sentía tan cercano a Guk y era una pena
que ese día llegase a su fin. Miró de soslayo al que era su quebradero de
cabeza día y noche, parecía haber cambiado algo en él, ¿tal vez lo que le dijo
el otro día en su piso le había hecho darse cuenta de su actitud egoísta? No
supo exactamente cuánto tiempo lo estuvo observando pero estaba tan embobado, que
no fue capaz de apartar la mirada a tiempo cuando Guk le miró y se percató de
que había estado observándole. Mierda, que vergüenza...aparto la mirada lo más
rápido que pudo, sintiendo como el calor se agolpaba bajo sus mejillas. No fue
capaz de volver a mirarle, pero si era consciente de que era ahora Guk el que parecía no quitarle los ojos de
encima, lo que no hacía más que incomodarle. No fue lo suficientemente valiente
para volver a mirarle pero sentía su intensa mirada y eso solo conseguía
hacerle sentir avergonzado, nervioso y algo torpe. Terminó por incorporarse,
necesitaba salir de allí para que le diese el aire, se sentía demasiado
incómodo entre la mezcla de alcohol y la vergüenza que se sentía. Tal vez eran
cosas suyas el que Guk le observase...
Salió de allí tambaleándose, sintiéndose aún
bastante acalorado, el corazón parecía querer saltarle del pecho y volver
dentro. Suspiró buscando apoyo en la pared más cercana, había bebido demasiado
y estaba algo mareado, lo mejor sería refrescarse un poco y sentarse en alguno
de los bancos de fuera.
Entró a trompicones al baño, que estaba vacío,
se acercó a uno de los lavabos para mojarse el rostro y la nuca, emitió un
gemido de satisfacción al sentir el agua fría resbalando por ella. Se incorporó,
se mojó el rostro y extendió la mano para coger un poco de papel del
dispensador que tenía al lado, estaba secándose el rostro cuando alzo la vista
hacia el espejo percatándose de que había alguien detrás suya. Jadeó sorprendido
llevándose una mano al pecho del susto que le había dado, Guk curvo los labios
en una media sonrisa, de lo más sensual, que hizo que el susto que le había
propinado desapareciese, dando paso un estremecimiento que le recorrió de la
cabeza a los pies.
- ¿Qué haces aquí? – Se giró para
enfrentarlo, frunciendo ligeramente cuando vio que éste se había acercado
quedando a escasos centímetros. ¿Desde cuándo Guk se movía tan rápido o acaso
el alcohol había mermado sus sentidos? Retrocedió para poner distancia entre
ambos, mirándole extrañado.-
- Si dijese que solo era porque estaba
preocupado, mentiría. Te vi observarme, sonrojarte cuando te miré... ¿Qué tanto
mirabas Zelo? – Acortó la distancia que Zelo había puesto entre ambos posando
una mano a cada lado de éste, apoyándolas en el lavabo. Guk le miró
intensamente, con esa sonrisa descarada y seductora curvando sus labios,
parecía de lo más interesado en su respuesta. Zelo apartó la mirada nerviosa,
sonrojada pero algo en su interior le clamó que fuese sincero, posó una mano en
el pecho de su interlocutor empujándolo para que le dejase más espacio. Guk
estaba de broma, seguramente era eso y no iba a permitir que le hiciese sentir
mal, si quería juego, lo iba a tener.
- Te miraba a ti, ¿acaso no puedo mirarte? –
Le dedicó una mirada descarada haciendo acopio de toda su valentía, y dejó a un
lado toda su timidez o vergüenza, quizás más tarde se arrepentiría pero ahora
no pensaba amedrentarse. Paseó la mirada por su rostro clavando ésta en sus
labios y se humedeció los propios antes de volver a mirarle a los ojos, notando
algo que le sorprendió, ¿pasión?.
- Puedes mirarme lo que quieras, si eres tú
puedes mirarme el tiempo que desees.- Volvió a cortar distancia, pero esta vez
no dejo ni un centímetro de distancia entre ambos. Guk alzó una mano para
posarla en su mentón, deslizando el pulgar por su labio inferior.- ¿Te gusta
mirarme? – Murmuró aquello con un tono algo más ronco, seco y sensual, que hizo
que a Zelo se le pusiese la piel de gallina y contuviese la respiración,
mordiéndose el lateral del labio inferior. Esto provocó un suave gruñido de
satisfacción por parte de Guk, que deslizo la mano, que hasta ahora estaba
sobre su mentón, hacia el cuello haciéndole sentir fuego por cada ápice de piel
que tocaba.
-Me encanta mirarte...-En esos momentos, su
conciencia y todo su pudor habían desaparecido. Solo deseaba una cosa, sentirle
aún más cerca, oír como esa voz suya se volvía cada vez más y más ronca. Oh
dios, sentía el corazón golpearle el pecho frenético, el rubor agolparse en sus
mejillas y el calor concentrarse en cierta zona de su cuerpo, de la que su
interlocutor era plenamente consciente, debido a su cercanía. Entornó los ojos,
lanzando una mirada de puro deseo a sus labios y acorto distancia entre ambos,
notando ahora el aliento del otro entremezclarse con el propio.- ¿Puedo
besarte?
- Eso no deberías preguntarlo...-Murmuró de
forma casi entrecortada Guk, que no le dejó replicar, pues le agarró por la
nuca y lo terminó de atraerle hacia sí. Fundiendo sus labios en un beso
ansioso, agresivo y lleno de deseo. Jamás había sentido nada igual, la poca
cordura que podía quedar en Zelo desapareció con ese acto. Éste arremetió
contra sus labios casi con desesperación, llevaba tanto tiempo anhelándolos,
deseándolos... que no podía evitar querer más y más de ellos, pero era torpe e
inexperto, y Guk pareció percatarse, ya que se hizo con el control de la
situación, deslizando ahora la lengua por sus labios sensualmente, incitándole
a profundizar ese beso que estaba consiguiendo que su miembro se endureciese
por momentos y el de su experto interlocutor también, lo que acrecentaba aún
más el deseo de ambos.
Los besos subieron de nivel, sus lenguas
luchaban por ver quién dominaba a quién y las manos de ambos se paseaban por
sus cuerpos, Guk con la maestría de un experto y Zelo con la torpeza de un
novato, pese a esto el pequeño no hacía más que excitar de una forma que
rallaba lo dolorosa al mayor. En esos momentos lo único que podía pensar era en
sentir los labios del mayor, sus caricias y cada vez deseaba más, sabía un
parte muy pequeña de sí mismo, que al día siguiente aquello habría sido un
error, pero en esos momentos no podía ni quería parar. El sonido del exterior,
les sacó momentáneamente de su espiral de emociones, haciendo que Guk, en vez
de apartarse y parar, simplemente tiró de Zelo
hacia uno de los cubículos vacíos. Cuando ambos estuvieron dentro, ambos
con la respiración entrecortada, los labios enrojecidos por los besos y aún
bastante excitados, se miraron buscando algún signo de arrepentimiento el uno
en los ojos del otro, lo único que vieron el uno en el otro en aquellos
momentos fue el deseo y la pasión mutua que sentían, por lo que no hubo
palabras. Guk le arrinconó contra la pared para atacar su cuello,
mordisqueándolo, haciéndole gemir y estremecer de placer. Por su parte él
deslizó las manos bajo la camisa de Guk, acariciando la piel de su espalda, sus
costados y por ultimo su vientre. Al notar los estremecimientos de éste al
acariciar dicha zona, siguió jugueteando allí con cierta parsimonia, hasta que
su deseo y su curiosidad pudieron con sus ganas de jugar. Descendió hacia el
gran bulto que se marcaba en los vaqueros del mayor y lo acarició con torpeza,
al hacerlo Guk emitió un jadeo y le pareció ver lo que era una sonrisa
lujuriosa en sus labios antes de que éste se acercase a su oreja para lamerla
lentamente y mordisquearla.
- ¿Te gusta lo que tocas Zelo?- Su aliento
golpeó las zonas que había dejado humedecidas, lo que le hizo estremecer de placer
y presionar ligeramente la mano sobre el miembro del mayor, el cual gruño de
pura satisfacción.- ¿Quieres verlo?, ¿tocarlo?...- Mientras seguía murmurando
obscenidades que no hacían más que aumentar la excitación del menor, Guk
deslizó las manos hacía el pantalón y lo desabrochó, bajando éste y los boxers
para dejar así libre el miembro de Zelo, ahora erecto. Aquel acto hizo que éste
se encogiese algo avergonzado.
- Guk, ¿q-que haces? – Fue lo único que pudo
balbucear antes de que un gemido se atorase en su garganta cuando el mayor
deslizo los dedos por la longitud de su virilidad, comenzando a masajearle para
darle placer. Cerró los ojos, mordiéndose el labio pues los gemidos escapaban
de ellos descontroladamente.
- Te doy placer y quiero que lo veas, quiero que mires como
hago que te corras, así que abre los ojos y mírame, Zelo, mírame.- Abrió los
ojos y le miró sorprendido al ver que Guk ahora estaba arrodillado frente a él,
observándole con una mirada rebosante de deseo, pasión y ...¿adoración?. No podía
querer hacer lo que él estaba pensando, no podía...no...Se estremeció y busco
apoyo en la pared que tenía tras su espalda cuando los magistrales dedos de Guk
fueron sustituidos por la humedad de su cavidad bucal. Zelo le observo mientras
éste le daba placer con la boca, deslizando la lengua por toda la longitud de
su miembro, haciéndole estremecer y gemir su nombre, todo aquello parecía
complacerá Guk, ya que cada vez que le oía gemir su nombre le recompensaba
aumentando el ritmo con el que le complacía.
- P-Para, yo no voy a poder más, Guk...-
Intentó apartarlo pero el oír eso solo hizo que Guk lamiese más intensamente su
miembro y le mirase con más interés aún. Zelo se arqueó ligeramente,
estremeciéndose y sin poder aguantar más se corrió en su boca. Le miró
sonrojado, jadeante mientras el mayor se incorporaba habiéndose tragado hasta
la última gota de la semilla del menor. Le besó el rostro, las mejillas, la
frente, la punta de la nariz y por último los labios. Fue un beso intenso que
acabo con Guk mordisqueándole el labio inferior. Zelo bajo la mirada hacia sus
pantalones, comprobando que el mayor aún estaba excitado.- ¿Quieres que yo haga
lo que tú?- Murmuró algo avergonzado, Guk en respuesta sonrió con cierta
ternura y cogió una de sus manos llevándola hasta su miembro.
- Sólo tócame.- Susurró contra sus labios
mientras le ayudaba a desabrochar su pantalón dejando a la vista el miembro
erecto de Guk. Zelo contuvo el aliento, era...grande, emitió un suave jadeo de
satisfacción y le tocó, sintiéndose algo torpe pero el mayor le guio, le enseñó
como proporcionarle placer. Mientras Zelo le masturbaba Guk se dedicó a mordisquear
sus labios, su cuello, marcándole éste y por ultimo lamio y mordisqueó sus
orejas, pues había descubierto que era bastante sensible en ese lugar. Cuando
fue Guk el que por fin se corrió en la mano de Zelo, éste alzo su mano manchada
y ante los ojos del mayor lamio la sustancia, lo que provocó un sonoro gemido
ronco por parte del dueño de dicha sustancia y una mirada de lo más voraz. Pero
aquello no podía durar para siempre y fue la melodía del móvil de Guk el que
les devolvió a la realidad. Eran sus amigos y al parecer les esperaban en un
bar cercano al karaoke, donde iban a picar algo antes de volver a casa. Zelo
bajo la mirada, entristecida, al oír la mayor parte de la conversación, ya que
Guk estaba lo suficiente cerca como para oír lo que Daehyun le decía por
teléfono. Parpadeó varias veces al sentir que sus ojos ardían ligeramente, no
quería que aquello acabase, no quería que él se apartase, no lo quería lejos de
nuevo...Terminaron de colocarse la ropa y salieron del cubículo sin decir nada,
una situación extraña, se acercaron al lavabo y cuando ya iban a salir del
baño, Guk le cogió del brazo, tirando de él.
-Zelo...sonríe para mí.- le murmuró Guk antes
de coger su rostro y posar un intenso pero dulce beso sobre los labios de él.
Parecía como si no quisiera soltarle, pues el beso se volvió más profundo pero
no era como el de antes, era más suave, más tierno...un beso que hizo que el
corazón de Zelo se estremeciese e hinchase aún más de amor por Guk. Ambos
salieron de allí con una certeza alojada en su pecho, con un sentimiento que
había aumentado con el paso del tiempo y que era imposible negar, salvo que
ambos ignoraban los sentimientos que sentían el uno para con el otro.