Only one. [Cap.1.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 16:16 | Categorías :


Autora del fic o historia: Maite.

Twitter : @Maiseo94
Nombre del fic o historia: Only one.
Tema : Hetero, B2ST [Junhyung x Fan] , mini- serie , +18.

-Capítulo 1.-

Admiraba el cielo con una suave sonrisa en mis labios, estaba destrozada, sí, pero eso no haría que parara de sonreír, no iba a permitir que nadie viera mis lágrimas, desde pequeña me habían enseñado a que no llorara delante de nadie, porque podrían aprovecharse de mí y yo no quería permitir eso, bajo ningún concepto.
Me levanté del banco y empecé a caminar sin ningún rumbo puesto, quería despejarme, quería poder planear algo, quería vengarme de él.

Miré el móvil de nuevo, mirando detenidamente el mensaje que me había enviado hacia tan solo unas horas.
Maldito cabrón, maldito cobarde, me las iba a pagar, le haría sufrir, porque era lo que se merecía.
Miré mi bolso y sonreí, aún tenía su preciada tarjeta de crédito, la que tanto usaba. La cogí y empecé a caminar hasta el centro comercial.
Ahora empezaría mi venganza.
Primero fui a las tiendas más caras del centro comercial, eligiendo los vestidos más bonitos y claramente más caros de la tienda, seguidamente fui a por los zapatos, necesitaba unos tacones bien altos para lo que quería y lo último, maquillaje nuevo. Vale, tenía de sobra, pero nunca se sabía.
En cuanto terminé con todo me dirigí hacia casa, iba a empezar mi transformación, pero antes iba a pararme a comer en algún sitio, no tenía ganas de cocinar. Aparte, ¡era gratis!, pensaba ir al restaurante más caro que conocía e iba a comer todo lo que quisiera. 



Después de comer y de llegar a casa, y de estar tres horas eligiendo cosas y maquillándome, me dispuse a mirar el móvil, ya eran las once. Me miré una vez más en el espejo y sonreí ampliamente, estaba preciosa, después de estar mirándome bien en el espejo un poco más, cogí mi bolso y salí de mi apartamento y bajé por las escaleras, solo era un piso, no me costaba nada. Fui hacia el portal y salí del edificio, esperé unos minutos hasta que por fin pasó un taxi, lo paré y subí, le dejé una dirección y en menos de diez minutos estábamos.
Le pagué y me bajé de aquel taxi. Miré hacia el frente, estaba en frente de la discoteca a la que solía ir antes de salir con ese cabrón y cuando me fui a acercar a la puerta él apareció, que oportuno, ¿no?, sabía que iba a ir ese día, lo conocía demasiado bien. Sonreí y le adelanté, sin si quiera mirarle.

-¿Kirin? ¿Qué haces aquí? ¿Qué pasa, vienes a suplicar?- Dijo él.

 Sabía que saltaría con algo así, así que me giré y con una suave sonrisa le dije.

-Oh, Junhyung, primero no es de tu incumbencia y segundo, aquí el que va a suplicar, eres tú.- Antes de que me pudiera contestar, me giré y entré en la discoteca.

Miré a mí alrededor, la discoteca estaba algo llena. Mejor, seguro que sería fácil de encontrar a alguien con quien joder a Junhyung.

Después de admirar el panorama un poco más, me encaminé hacia la barra, pidiendo simplemente una un chupito de ron, no quería emborracharme, no hoy. Tenía que centrarme en joderlo y sabía dónde podía encontrarlo, ventajas de conocerlo tan bien.
Pagué, me bebí el chupito y lo dejé en la barra.
Me giré y me dirigí hacia la pista de baile, buscando a alguien con quien poder ‘’empezar’’ la venganza. Empecé a bailar y poco a poco noté que uno se acercaba, con una copa en la mano, bailando, se le notaba borracho, así que simplemente me escondí un poco entre la multitud, buscando a alguien, que por suerte, no tardé en encontrar.
En la pista había unas cuantas personas haciendo un circulo, mirando como bailaba un chico, me acerqué y dios mío, que guapo era y que brazos. Sonreí con suavidad y esperé a que acabara la canción.
En cuanto acabó me acerqué a él.

-¿Cómo te llamas?- Dije sonriéndole.

-Que directa, ¿no? Soy Gikwang, ¿y tú, preciosa?

-Soy Kirin, encantada. Por cierto, bailas muy bien, ¿podrías enseñarme a bailar?- Dije en su oído.

Repentinamente me cogió de la cintura y me alejó con suavidad y me miró de arriba abajo y asintió, seguidamente se acercó a mí y me dijo al oído.

-Claro, pero esto no te saldrá gratis.- Se volvió a alejar un poco, con una sonrisa picarona.

Uy, iba directo al grano, algo que para mí en ese momento era perfecto, miré a mi alrededor y vi a Junhyung, no muy lejos de nosotros, mirándonos.
Volví a mirarlo y me acerqué a él, posando mis labios en los suyos, dándole un suave beso.
Después me acerqué a su oído y le dije. -¿Te vale? ¿O debo darte otro después de la clase?- Dije sonriendo pícaramente.

-Hm.. Depende de cuánto quieres que dure la clase. Aunque si quieres aprender a bailar, deberíamos ir a un lugar donde haya más sitio, ¿no? - Dijo él, sonriéndome.

Asentí con suavidad, antes de mirar nuevamente a Junhyung, que estaba mirándome con una mirada de pocos amigos.
En cuanto ese chico me sacara de allí, me inventaría algo para irme. Sabía que si me iba con ese chico, él pensaría que me lo iba a tirar y ya vendría al día siguiente a pedirme explicaciones. Y yo le haría llorar con mis palabras, haría que se arrepintiera de lo que me hizo.

Gikwang me cogió de la mano y me llevó hacia una sala, que era solo para el personal. Iba a seguirle un poco el rollo y ya después me largaría.
En cuanto entramos en la sala, el tiró de mí, acercándome a él, pegándome a su cuerpo, posando su mano en mi espalda, me mordí suavemente el labio y él me besó, al principio él movió sus labios y yo los míos, aunque no tardó en lamerme con su lengua los labios. Abrí los labios y dejé que su lengua entrara en mi boca y que nuestras lenguas se juntaran y empezaran a jugar.
Noté como poco a poco bajaba la mano que había posado en mi espalda, hacia mi trasero, aunque no se paró en él, siguió bajando hasta el final de vestido, subiéndolo poco a poco.
Disimuladamente posé mi mano en su muñeca, intentando quitar la suya de mi vestido, pero con un rápido movimiento me cogió la muñeca y me empujó con suavidad hacia la pared.
Ya era hora de irme.
Cuando él se acercó a mí, posé mis manos en sus hombros y le dije con una suave sonrisa.

-Me tengo que ir, siento que no podamos acabar la clase, otro día será.- Le di un pequeño beso en los labios y quité mis manos de sus hombros, cuando me dispuse a girarme, él me detuvo, posando su mano en mi hombro, aguantándolo y me susurró al oído.

-Tú de aquí no te vas, preciosa.-

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