Autora del fic o one-shot: Maite.
Twitter: @Maiseo94
Título del fic o one-shot: Sweet lips.
Tema: Hetero, romántico, JYJ. [Junsu x Fan.]
Me miré
al espejo justo antes de salir corriendo hacia la parada de bus.
Tenía el pelo perfecto, la trenza aún estaba bien puesta y los mechones que tenía sueltos aún estaban ondulados, algo muy raro en mí.
Me ajusté el escote de la camisa, no quería que viera nada... Aún.
Miré mis pantalones cortos y mis cholas, todo perfecto.
Cogí mi bolso y revisé, mirando si me olvidaba de algo, pero gracias a dios tenía todo preparado desde el día anterior.
Salí de casa, cerré con llave y corrí hacia la parada del bus, iba a llegar tarde como fuera caminando.
Fui callejeando por el barrio, usando un atajo que había descubierto hacía un mes, hasta que llegué a la parada del bus. Aceleré más mi paso y por suerte conseguí subir al bus, asfixiada, pero lo conseguí. Pagué y me dirigí hacia la parte trasera del bus. Aunque solo fueran tres paradas, necesitaba respirar y descansar un poco.
Miré por la ventana y sonreí, hacía un día soleado y tranquilo. Había poca gente caminando por la calle, parecía que este día iba a ser perfecto.
Tenía el pelo perfecto, la trenza aún estaba bien puesta y los mechones que tenía sueltos aún estaban ondulados, algo muy raro en mí.
Me ajusté el escote de la camisa, no quería que viera nada... Aún.
Miré mis pantalones cortos y mis cholas, todo perfecto.
Cogí mi bolso y revisé, mirando si me olvidaba de algo, pero gracias a dios tenía todo preparado desde el día anterior.
Salí de casa, cerré con llave y corrí hacia la parada del bus, iba a llegar tarde como fuera caminando.
Fui callejeando por el barrio, usando un atajo que había descubierto hacía un mes, hasta que llegué a la parada del bus. Aceleré más mi paso y por suerte conseguí subir al bus, asfixiada, pero lo conseguí. Pagué y me dirigí hacia la parte trasera del bus. Aunque solo fueran tres paradas, necesitaba respirar y descansar un poco.
Miré por la ventana y sonreí, hacía un día soleado y tranquilo. Había poca gente caminando por la calle, parecía que este día iba a ser perfecto.
Antes
de que me pudiera dar cuenta, ya estaba en mi parada. Me levanté y bajé del
bus.
Y ahí
estaba él, esperándome con una bolsa y una sonrisa.
Me acerqué a él y con una suave reverencia le dije. –Siento llegar tarde Junsu...- Me volví a levantar, con una leve sonrisa en mi rostro.
-No pasa nada Ichi, si yo también acabo de llegar. – Dijo Junsu sonriente mientras se acercaba a mí y me daba un beso en la mejilla.
Me acerqué a él y con una suave reverencia le dije. –Siento llegar tarde Junsu...- Me volví a levantar, con una leve sonrisa en mi rostro.
-No pasa nada Ichi, si yo también acabo de llegar. – Dijo Junsu sonriente mientras se acercaba a mí y me daba un beso en la mejilla.
-Así
que acostumbrándote a mis costumbres. – Dije antes de imitarlo.
-Claro,
es lo menos que puedo hacer. Bueno, vamos, que hoy te tengo preparado algo. –
Cogió mi mano y empezó a caminar. Yo hice lo que pude para ir a su paso, pero
el que tuviera unas piernas cortas no me ayudó mucho.
-Que
miedo, la última vez que me dijiste eso me llevaste a una casa del terror y acabé llorando. – Reí
con suavidad, acordándome de aquél día.
-Cierto...
Pero después tuviste de recompensa ir a un buffet libre. ¿A que de eso te has
olvidado?- Dijo mirándome de reojo.
-No,
pero es que si lo digo no tengo derecho a decírtelo.-
-Chica
lista.-
-¿Yo?
Desde siempre. –
Ambos
reímos mientras seguíamos caminando hacía un sitio que yo ya conocía.
Si no me equivocaba nos estábamos dirigiendo hacia un parque que estaba lleno de árboles, en los que casi siempre había ardillas.
Si no me equivocaba nos estábamos dirigiendo hacia un parque que estaba lleno de árboles, en los que casi siempre había ardillas.
-¿Estamos
yendo a donde yo creo?-
-Depende
de dónde creas que vamos. –
-A ver
ardillas. –
-Ahhhhhhhhhhhhhhhh,
no sé, no sé.
-Cabrón...
–
El rio
y tiro de mí, acercándome a él.
Soltó mi mano y me posó su brazo sobre mis hombros, a lo que yo respondí rodeando su cintura, pasando mi brazo por su espalda.
Soltó mi mano y me posó su brazo sobre mis hombros, a lo que yo respondí rodeando su cintura, pasando mi brazo por su espalda.
-Por
cierto, ¿qué hay dentro de la bolsa? – Dije echando mi cabeza hacia delante,
para poder ver la bolsa que sostenía con su otra mano.
-Cosas.-
Dijo él, sin dejar de mirar al frente.
Le
miré, fruncí el cejo y le pellizqué la cadera, a lo que él respondió dando un
pequeño respingón, seguido de una mirada de odio.
-Sabes
que si empiezas con eso, perderás. – Dijo él pellizcándome el brazo, a lo que
yo le respondí con una mirada desafiante.
-Hm, sé
que ganaría yo, pero hoy te dejo ganar, ¿vale? – Dije volviendo a mirar al frente, sonriente.
Seguimos
caminando, hablando de cosas aleatorias, hasta llegar a un árbol, en el que se
podía ver justo debajo de él una tela grande que cubría el suelo.
Qué
adorable, había preparado todo eso para mí. Me lo iba a comer.
-¿Y
esto, Junsu? –
-Bueno...
En una de nuestras citas anteriores te vi mirando como una boba a una pareja
que estaba haciendo un picnic y no sé... – Quitó su brazo de mis hombros y posó
su mano en su nuca, acariciándosela mientras miraba al suelo, avergonzado.
Yo simplemente lo abracé con fuerza, mientras no paraba de sonreír.
Yo simplemente lo abracé con fuerza, mientras no paraba de sonreír.
-Bobo...
no hacía falta que hicieras esto. –
Él me
correspondió al abrazo, sin soltar la bolsa misteriosa que tenía en su otra
mano.
-Bueno,
vamos a sentarnos, peeero... Tienes que hacer algo. ¿Vale?- Dijo mientras
dejaba de abrazarme y empezaba a rebuscar en la bolsa.
-¿El
qué?-
-Tú
simplemente dime que sí, no pasará nada, te lo prometo.-
Asentí
con suavidad, dudosa de lo que pudiera pasar.
Él saco de la bolsa un trozo de tela y me la acercó al rostro, ya sabía lo que iba a hacer, iba a taparme los ojos. Me dejé hacer, sin miedo, confiaba en él, aunque le dieran sus brotes de locura.
Él saco de la bolsa un trozo de tela y me la acercó al rostro, ya sabía lo que iba a hacer, iba a taparme los ojos. Me dejé hacer, sin miedo, confiaba en él, aunque le dieran sus brotes de locura.
Tardó
unos segundos en ponérmela y en ponerse detrás de mí, posando sus manos en mi
cintura, empezando a empujarme con cuidado hacia lo que suponía que iba a ser
el sitio, en cuanto él quiso me dijo que me sentara. Yo, sin dudarlo hice lo
que me dijo, sentándome con las piernas cruzadas en aquel sitio.
-No te
la quites hasta que te lo diga.-
-Vaaaaaaaaaaaaaaaaaaaale,
pero rapidito. –
No
volví a oírlo a él, solo oí la bolsa, seguro que estaba sacando cosas de ahí.
Me puse un poco nerviosa, quería quitarme la venda de los ojos y poder ver lo que estaba haciendo.
Me puse un poco nerviosa, quería quitarme la venda de los ojos y poder ver lo que estaba haciendo.
-Ya
está, ya puedes quitártela.-
Con rapidez
posé mi mano en el nudo que me había hecho y lo deshice, quitándome la venda,
dejándome ver lo que había hecho.
Estábamos
debajo del árbol y dónde estábamos sentados había varios dulces, algunos podía
identificarlos, había algunos cupcakes, unos macarrons, unos donuts, más cosas
que no conseguía reconocer y en una esquinita unas fresas con chocolate ya
puesto.
-Oh...
dios...- No podía dejar de mirar la
comida y de mirarle a él, se me estaba haciendo la boca agua.
-¿No te
gusta? Si quieres podemos irnos.. – Dijo él cogiendo la bolsa.
Yo
negué con rapidez. - ¿Estás loco? Me encanta, aunque por culpa de esto me voy a
poner como una vaca... Espero que eso quede en tu conciencia.-
Él rio
con suavidad. –Menos mal... Tenía miedo de que esto no te gustara. –
-¿Cómo
no me iba a gustar? Si en todas las citas he estado comiendo cosas así. –
El rio
aún más y cogió uno de los cupcakes.
-Venga,
prueba este. –
-¿Por
qué ese? –
-Porque...
es el único que he hecho yo. – Dijo apartando la mirada, sonrojándose un poco.
POR
DIOS, QUE MONO ERA.
Extendí
mi mano hasta el cupcake, cogiéndolo y acercándolo a mi boca.
Le di un mordisco y... Estaba bueno. No era como los que hacían en la pastelería, pero estaba bueno y bastante.
Le di un mordisco y... Estaba bueno. No era como los que hacían en la pastelería, pero estaba bueno y bastante.
-¿Es la
primera vez que haces uno?-
Él
asintió con suavidad. -¿Por qué? Está asqueroso... ¿Verdad?-
Negué
con suavidad. –Está bueno, no es como si fueras un pastelero, pero te ha salido
bien, a mí la primera vez que hice uno sabía a... quemado.-
Reí al
recordar cuando se lo había dado a probar a una amiga, en cuanto lo había
mordido, me lo había escupido directamente en la cara.
Él
suspiró aliviado, mientras, yo seguía comiéndome aquel cupcake, sin dejar de
sonreír.
Él no tardó en coger una de las fresas, comiéndosela de un solo mordisco.
Él no tardó en coger una de las fresas, comiéndosela de un solo mordisco.
Estuvimos
hablando de cosas de nuestra vida mientras comíamos, para conocernos aún más,
si es que se podía...
Ya llevábamos dos meses quedando y me gustaba, demasiado.
Ya habíamos tenido varias citas, en diferentes sitios, aunque solo nos habíamos besado una vez.
Parecíamos una pareja de niños, en vez de unos adultos. Pero eso no me importaba, yo ya me sentía bien con tan solo estar con él.
Cada vez quedábamos más veces y cada vez teníamos más acercamientos.
Y en medio de una conversación, cuando ya estaba acabando la tarde, cuando se podía ver el cielo anaranjado él me dijo mientras miraba hacia el cielo.
Ya llevábamos dos meses quedando y me gustaba, demasiado.
Ya habíamos tenido varias citas, en diferentes sitios, aunque solo nos habíamos besado una vez.
Parecíamos una pareja de niños, en vez de unos adultos. Pero eso no me importaba, yo ya me sentía bien con tan solo estar con él.
Cada vez quedábamos más veces y cada vez teníamos más acercamientos.
Y en medio de una conversación, cuando ya estaba acabando la tarde, cuando se podía ver el cielo anaranjado él me dijo mientras miraba hacia el cielo.
-¿Sabes?
Me gustas mucho. – Justo después de aquella frase se terminó el donut que se
estaba comiendo.
Yo estaba mirándole fijamente cuando me lo dijo y me pilló desprevenida. Me sonrojé de una forma que nunca había conseguido hacer. Dejando caer el macarron que me estaba comiendo.
Él giro su rostro, mirándome con una amplia sonrisa.
Tardé unos segundos en asumirlo y cuando lo hice le dije.
Yo estaba mirándole fijamente cuando me lo dijo y me pilló desprevenida. Me sonrojé de una forma que nunca había conseguido hacer. Dejando caer el macarron que me estaba comiendo.
Él giro su rostro, mirándome con una amplia sonrisa.
Tardé unos segundos en asumirlo y cuando lo hice le dije.
-¿En
serio..?-
-Claro,
si no, ¿por qué estamos quedando? Si no me hubieras empezado a gustar habríamos
dejado de quedar. Y bueno.. ¿Yo te gusto? –
Bajé mi
rostro, escondiéndome con los mechones que tenía sueltos.
-S...sí
y mucho. –
Oí como
se movía de su sitio y en cuestión de segundos, sentí su mano en mi barbilla,
alzando mi rostro, más rojo que nunca.
Él estaba sonriendo aún más que antes y yo me estaba mordiendo el labio inferior con suavidad, era tan guapo, tan simpático, tan perfecto.
Él estaba sonriendo aún más que antes y yo me estaba mordiendo el labio inferior con suavidad, era tan guapo, tan simpático, tan perfecto.
Nos
miramos durante unos segundos más hasta que poco a poco fuimos acercando
nuestros rostros, cerré los ojos poco a poco mientras ladeaba mi rostro con
suavidad.
Y por fin sentí sus labios sobre los míos, sus labios eran dulces, seguro que era por todo lo que habíamos comido, pero bueno, prefería pensar que siempre sabrían igual, porque al menos yo, no pensaba dejar de besarlo hasta que él me obligara.
Y por fin sentí sus labios sobre los míos, sus labios eran dulces, seguro que era por todo lo que habíamos comido, pero bueno, prefería pensar que siempre sabrían igual, porque al menos yo, no pensaba dejar de besarlo hasta que él me obligara.