One chance. [Cap.17.]

Escritor : MaiMyst | Hora : 2:32 | Categorías :


Autora del fic o historia: Maite.

Twitter : @Mai_seo94
Nombre del fic o historia: One Chance.
Tema : Hetero, +18 , fanfic [Zico x Fan, U-Kwon x Fan, Top x Fan.], Block B, serie.

-Capítulo 17.-

#Horas más tarde.


-¿Seguro que no quieres que te ayude a subir las cosas?-

Dijo Zico apoyado en el coche, con los brazos cruzados.

-No hace falta, ya has hecho bastante trayéndome hasta casa.  Por cierto, ¿el próximo fin de semana trabajarás en el Underground con U-kwon?-

Le dije mientras dejaba las maletas en la entrada del edificio, me volví a acercar a él.

-Sí. Tendremos que trabajar el jueves, el viernes y el sábado.  ¿Por qué? –

-Porque seguro que iremos y Sandy quería preguntároslo, pero le daba vergüenza.  Tiene miedo de parecer una lapa con U-Kwon… Por cierto, de nuevo gracias por traerme. 
¿Cuánto te tengo que dar por la gasolina?-

Le dije mientras cogía mi cartera, mirando cuanto tenía. Él me la cogió y la cerró.

-No hace falta que me des nada. Invito yo. –

Suspiré.

-Bueno, pues entonces si quieres hacerte otro piercing, te lo hago gratis. –

Le dije frunciendo el cejo suavemente.

-Hmmm… Vale, me parece un buen trato. –

Ambos sonreímos a la vez y nos despedimos.
Cogí las maletas y entré al portal, llamé al ascensor y en cuanto llego, entré con las maletas.
En cuanto llegué al piso, salí del ascensor y arrastré las maletas hasta la puerta.

-Por fin en casa.-

Se me hacía raro volver a casas sin Sandy, pero  U-Kwon la había invitado a su casa. Y claro, ella no se negó.
Rebusqué en mi bolsillo las llaves. En cuanto las encontré, las puse en la cerradura, abrí y entré.
Lo primero que hice fue dejar las maletas en el salón. Ya las ordenaría estos días.
Me tiré en plancha en el sofá, sonriendo.  No sabía porque pero había echado de menos aquel lugar. 
Sonó el timbre.

-¿Quién es? –

Grité desde el sofá. No obtuve respuesta, lo único que obtuve es que la persona que estaba al otro lado de la puerta aporreara el timbre.
Me levanté frunciendo el cejo y me dirigí a la puerta.  La abrí de sopetón.

-¿¡QUÉ QUIERES!?-

-Oh, qué forma de recibirme hermanita. –

-R…Rain.. ¿Qué haces aquí? ¿No venías en tres días? –

Le dije mirándole atónita.

-Bueno…Si quieres vuelvo en tres días. –

Hizo amago de irse, pero antes de que pudiera dar un paso lo abracé con fuerza, llenándole las mejillas de besos.

-¡NO! ¡Tú te quedas aquí! –

Él sonrió ampliamente, correspondiéndome al abrazo, rodeándome con sus fuertes brazos.

-Pero…Espera… ¿Cómo sabías que iba a estar aquí? ¿Y si estaba de viaje? –

Le solté, mirándole algo extrañada.

-Bueno…Puede que un pajarito sabía que yo iba a volver uno de estos días y me dijo exactamente cuándo volvías de Jeju.-

Miró hacia el otro lado, empezando a silbar.

-¿Sandy lo sabía desde el principio? La mato. Te juro que la mato. –

Junté mis manos, estallándome los huesos de los dedos.
El soltó una carcajada, empujándome dentro de casa, cerrando la puerta detrás de él.

-No la mates, ella solo quería darte una sorpresa. Sabe que me echabas mucho de menos y sabía que te alegrarías al verme así de sorpresa. –

Se dirigió al sofá y se sentó en él. Yo puse mis manos en mi cintura, en forma de jarra, mirándole.

-Yo os mato a ambos. Hay que ver… Mirad que hacerme esto… Sois unos cabrones, pero no os puedo dejar de querer. –

Reí y me acerqué al sofá,  sentándome al lado suyo.
Él pasó su brazo alrededor de mis hombros, seguía tan cariñoso conmigo como siempre.

-Por cierto, ¿cuándo me podrás hacer el tatuaje? –

Le miré y le sonreí.

-¿Tan impaciente estás porque por fin te haga un tatuaje? –

Él asintió con suavidad.

-Bueno, ¿qué te gustaría hacerte?-

-Pues… Un fénix. Lo he estado pensando bastante, quiero hacérmelo porque… Es el único ser que revive de sus cenizas.  El único que aunque lo pateen, vuelve a levantarse. –

Recordé la última vez que tuve que hacer un fénix y suspiré, esperaba que no fuera uno grande, porque si era grande…Le acabaría cogiendo asco a ese maldito ser.

-Y, ¿lo quieres grande o pequeño?-

-Pues quiero uno más o menos pequeño, en el omóplato. ¿Me lo podrás hacer?-

Asentí con suavidad.

-Eso está hecho. Te lo puedo empezar a hacer la semana que viene. ¿Te vale? ¿O estás asustado de que te duela? –

Posó una de sus manos en mi cabeza y me revolvió el pelo.

-No estoy asustado, confío en que lo harás perfectamente. Por cierto, ¿dónde está Sandy? –

-Pues está en casa de su novio. No te ha contado que tiene uno, ¿verdad?-

Él negó con suavidad.

-Nope. Pero seguro que en cuanto la vea me lo cuente. –

-Seguro… Yo pensándolo, espero que su novio no se ponga celoso. –

-¿Por qué debería ponerse celoso? –

Dijo alzando una ceja.

-Ambos sabemos que tú eres muy cariñoso con nosotras. –

-Cierto. Pero mientras que a ustedes no os moleste, lo seguiré siendo. Por algo soy vuestro ‘’hermano’’ mayor, ¿no? –

Asentí  y le abracé con fuerza, pero poco duró ese abrazo, ya que me acordé de que tenía que darle sus llaves.

-Antes de que se me olvide...-

Me levanté y fui hacia mi cuarto,  me acerqué a una mesilla de noche y rebusqué en el cajón que tenía, buscando las llaves de Rain.
A los segundos las encontré.  Las saqué y cerré el cajón, volví caminando hacia el salón, enseñándole las llaves.

-Toma tus llaves. Es que si no te las daba ahora, no te las daría nunca, me conozco. –

Me volví a acercar a él y le di las llaves.

-Gracias, menos mal que te has acordado. –

Dijo mirándolas.

-Seguro que tienes ganas de volver a tu piso, ¿me equivoco?-

-No te equivocas, supongo que estará todo igual. A no ser que… ¿Has hecho alguna fiesta en mi piso? –

Me miró serio y yo negué.

-No, no te preocupes. –

-Menos mal, porque si haces fiesta debo estar invitado sí o sí. –

Ambos reímos.

-Hablando de fiestas, ¿el sábado te vienes a una discoteca con Sandy y conmigo?-

-Eso está claro.-          

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