Autora del fic o historia: Maite.
Twitter : @Mai_seo94
Nombre del fic o historia: One Chance.
Tema : Hetero, +18 , fanfic [Zico x Fan, U-Kwon x Fan, Top x Fan.], Block B, serie.
Tema : Hetero, +18 , fanfic [Zico x Fan, U-Kwon x Fan, Top x Fan.], Block B, serie.
-Capítulo 16.-
Ya faltaban unas
horas para irnos.
Desde que Zico y yo nos besamos, nos empezamos a evitar cada vez más. Durante estos días apenas habíamos pronunciado palabra hacia el otro, ya que, después del beso, ambos no supimos que hacer. Recuerdo que simplemente bajamos nuestras miradas e inventamos algo para poder cada uno ir por su camino.
La verdad es que ya tenía ganas de volver a Seúl, tenía ganas de empezar el nuevo proyecto para la tienda. Quería poner una peluquería de peinados alternativos, pero tenía un problema: no sabía dónde buscar a peluqueras especializadas en esos peinados. Aunque ya tendría tiempo cuando estuviera en la tienda para pensar en eso.
Me quedé acostada en la cama, no tenía ganas de bajar con el resto a la piscina. Seguro que se lo estarían pasando bien, pero la verdad. Necesitaba algo de paz. Ya que, siempre que Ari y Sandy y yo estábamos a solas, me acosaban a preguntas, que gran parte de ellas no sabía contestar.
Por parte de las parejitas todo estaba bien, parecía que Ari se estaba encariñando mucho de Top y eso era bueno, ya que parecía buen chico.
Desde la cama, miré la habitación. Me parecía más grande de lo normal, la habitación se me hacía gigante. Y yo en ese momento me sentía enana. Sentía que necesitaba a alguien, que necesitaba un abrazo, de cualquier persona, pero lo necesitaba.
Cogí mi teléfono y miré mis fotos. La primera que vi fue la que le saque a Ari y a Top besándose en el pasillo, después pasaron unas cuantas del hotel. La verdad es que parecía una japonesa con tanta foto de cualquier cosa, pero no me importaba. Por último, encontré la foto de Zico. Mis ojos directamente miraron sus labios. Me sonrojé. Todavía recordaba a la perfección sus labios, su beso. Cerré la galería de fotos del móvil e intenté entretenerme con uno de los juegos que me había descargado. Me cansé a los cinco minutos. No sabía qué hacer, así que me puse a revisar la agenda, viendo si tendría trabajo en cuanto llegara.
Tenía dos citas, una para un pequeño tatuaje, cosa que me llevaría tan solo unos diez minutos. Y otro bastante grande, que seguro que haría en varias sesiones. Miré los nombres de los clientes. Y en cuanto leí el del tatuaje grande, sonreí como una estúpida.
A quien tenía que hacerle el tatuaje era a Rain, un amigo que conocía ya desde hacía años, desde que estaba en Suiza, sin saber qué hacer con mi vida. Lo consideraba como un hermano, ya que fue la primera persona que me recibió en Corea, fue él que me ayudo a abrir la tienda, a instalarme.
Me había olvidado completamente de que tenía que hacerle un tatuaje. La verdad es que lo echaba de menos, pero no habíamos hablado desde que él se había ido a trabajar a Japón. Tan solo me había mandado un mensaje diciéndome que quería hacerse un tatuaje.
Quería llamarlo, pero sabía que no me lo cogería, así que simplemente le escribí un sms, diciéndole:
Desde que Zico y yo nos besamos, nos empezamos a evitar cada vez más. Durante estos días apenas habíamos pronunciado palabra hacia el otro, ya que, después del beso, ambos no supimos que hacer. Recuerdo que simplemente bajamos nuestras miradas e inventamos algo para poder cada uno ir por su camino.
La verdad es que ya tenía ganas de volver a Seúl, tenía ganas de empezar el nuevo proyecto para la tienda. Quería poner una peluquería de peinados alternativos, pero tenía un problema: no sabía dónde buscar a peluqueras especializadas en esos peinados. Aunque ya tendría tiempo cuando estuviera en la tienda para pensar en eso.
Me quedé acostada en la cama, no tenía ganas de bajar con el resto a la piscina. Seguro que se lo estarían pasando bien, pero la verdad. Necesitaba algo de paz. Ya que, siempre que Ari y Sandy y yo estábamos a solas, me acosaban a preguntas, que gran parte de ellas no sabía contestar.
Por parte de las parejitas todo estaba bien, parecía que Ari se estaba encariñando mucho de Top y eso era bueno, ya que parecía buen chico.
Desde la cama, miré la habitación. Me parecía más grande de lo normal, la habitación se me hacía gigante. Y yo en ese momento me sentía enana. Sentía que necesitaba a alguien, que necesitaba un abrazo, de cualquier persona, pero lo necesitaba.
Cogí mi teléfono y miré mis fotos. La primera que vi fue la que le saque a Ari y a Top besándose en el pasillo, después pasaron unas cuantas del hotel. La verdad es que parecía una japonesa con tanta foto de cualquier cosa, pero no me importaba. Por último, encontré la foto de Zico. Mis ojos directamente miraron sus labios. Me sonrojé. Todavía recordaba a la perfección sus labios, su beso. Cerré la galería de fotos del móvil e intenté entretenerme con uno de los juegos que me había descargado. Me cansé a los cinco minutos. No sabía qué hacer, así que me puse a revisar la agenda, viendo si tendría trabajo en cuanto llegara.
Tenía dos citas, una para un pequeño tatuaje, cosa que me llevaría tan solo unos diez minutos. Y otro bastante grande, que seguro que haría en varias sesiones. Miré los nombres de los clientes. Y en cuanto leí el del tatuaje grande, sonreí como una estúpida.
A quien tenía que hacerle el tatuaje era a Rain, un amigo que conocía ya desde hacía años, desde que estaba en Suiza, sin saber qué hacer con mi vida. Lo consideraba como un hermano, ya que fue la primera persona que me recibió en Corea, fue él que me ayudo a abrir la tienda, a instalarme.
Me había olvidado completamente de que tenía que hacerle un tatuaje. La verdad es que lo echaba de menos, pero no habíamos hablado desde que él se había ido a trabajar a Japón. Tan solo me había mandado un mensaje diciéndome que quería hacerse un tatuaje.
Quería llamarlo, pero sabía que no me lo cogería, así que simplemente le escribí un sms, diciéndole:
‘’Vuelve ya de Japón, que quiero poder molestarte… Es mentira, en realidad te echo de menos’’.
Le envié el sms, dejé el móvil a un lado y me levanté. Sabía
que siempre que Rain y yo nos juntábamos parecíamos una pareja, ya que él era
muy cariñoso, pero ambos nos veíamos como hermanos, nada más.
Quería que la hora de ir al barco llegara cuanto antes, pero para mí desgracia, el tiempo avanzaba lentamente. Suspiré y miré el móvil de nuevo. Solo habían pasado diez minutos.
Suspiré nuevamente. Tenía que hacer algo para entretenerme, así que cogí el móvil, los cascos y la tarjeta y salí del cuarto.
Aunque no tuviera ganas bajé a la piscina, a ver si ahí me entretenía.
Cuando llegué abajo, estaban todos por el mismo lugar y estaban jugando con una pelota.
Me acerqué al bordillo y me senté en él, dejando que mis pies se mojaran. Me puse los cascos y le di al Play, dejando que sonara la canción ‘’Illa illa’’ de Juniel.
Estuve mirándolos en silencio, viendo como jugaban, viendo como Ari y Sandy ponían morros cuando perdían.
Alcé la vista, mirando al cielo. Estaba despejado. Ese día era perfecto para volver a casa.
Mi móvil vibró, extrañada lo miré. Era un mensaje de Rain. Sonreí y lo abrí.
Quería que la hora de ir al barco llegara cuanto antes, pero para mí desgracia, el tiempo avanzaba lentamente. Suspiré y miré el móvil de nuevo. Solo habían pasado diez minutos.
Suspiré nuevamente. Tenía que hacer algo para entretenerme, así que cogí el móvil, los cascos y la tarjeta y salí del cuarto.
Aunque no tuviera ganas bajé a la piscina, a ver si ahí me entretenía.
Cuando llegué abajo, estaban todos por el mismo lugar y estaban jugando con una pelota.
Me acerqué al bordillo y me senté en él, dejando que mis pies se mojaran. Me puse los cascos y le di al Play, dejando que sonara la canción ‘’Illa illa’’ de Juniel.
Estuve mirándolos en silencio, viendo como jugaban, viendo como Ari y Sandy ponían morros cuando perdían.
Alcé la vista, mirando al cielo. Estaba despejado. Ese día era perfecto para volver a casa.
Mi móvil vibró, extrañada lo miré. Era un mensaje de Rain. Sonreí y lo abrí.
``Yo también te echo de menos, enana. No te preocupes: en
tres días estoy de vuelta a Corea. Por cierto, espero que no hayas perdido la
llave de mi piso, que por ahora me quedaré un mes en Seúl. Besitos, I love you
my Little sister.’’'
Sonreí y empecé a teclear.
‘’¿En serio que en tan solo tres días te podré molestar? QUE
BIEN. Jajaja, cuando vengas te tengo que contar miles de cosas que me han
pasado… Espero que tú también me cuentes que tal ha estado la cosa por Japón. I
love you, brother~<3.’’
En cuanto acabé de teclear, le envié el mensaje. Me quité los auriculares y grité.
-¡Sandy! –
Ella se giró de golpe, y por culpa de eso se llevó un
balonazo en toda la nuca.
Empecé a reír. Ella se giró y los miró a todos mal, ellos simplemente señalaron a personas aleatorias que estaban en la piscina. Cosa que me hizo reírme aún más.
Volvió a girarse y vino nadando hacia mí.
Empecé a reír. Ella se giró y los miró a todos mal, ellos simplemente señalaron a personas aleatorias que estaban en la piscina. Cosa que me hizo reírme aún más.
Volvió a girarse y vino nadando hacia mí.
-¿Qué pasa?-
-Adivina quién viene en tres días. –
Le dije agarrando el móvil con fuerza.
-¿Quién? –
-¡Rain!-
Sandy sonrió y me abrazó, mojándome completamente.
-Por fin… Ya era hora, hace miles que no sé de él. ¿Te ha
dicho a qué hora venía? –
Negué con suavidad.
-Bueno, ya te mandará un mensaje, ¿no?-
-Supongo, pero si no lo hace, ya se lo mandaré yo. Por cierto… Ya que estás aquí, recuerda que
en cuanto volvamos, tenemos que buscar una peluquera. Si quieres ve preguntándoles
a estos si saben de alguien. ¿Vale? –
Ella asintió suavemente y se giró.
-Ey, chicos, venid un momento. –
Les gritó Sandy, moviendo una de sus manos.
Todos vinieron nadando y se quedaron alrededor mío.
-¿Qué pasa? –
Dijo Top, agarrándose al balón, para así poder flotar.
-¿Conocéis a alguien que sepa de peluquería alternativa? –
Todos se miraron y negaron con suavidad.
-Pues la verdad es que no… Pero si queréis os podemos avisar
si encontramos a alguien. –
Dijo U-Kwon con una leve sonrisa.
-La verdad es que os lo agradecería mucho. Es que quiero abrir una zona de peluquería
alternativa en la tienda… Llevo pensándolo desde hace unos meses… Bueno, no os
molesto más, disfrutad de la piscina, venga, yo os aviso cuando llegue la hora
de recoger y de salir. –
Les sonreí y levanté una de mis manos, moviéndola, como
indicando que los estaba echando del lugar.