Autora del fic o historia: Maite.
Twitter : @Mai_seo94
Nombre del fic o historia: Moonlight.
Tema : Hetero, +18 , fanfic [GD x Fan], BIGBANG, fantasía, serie.
-Capítulo 2.-
Con ciertas dudas, levanté la mano. –Soy yo.- Le dije mientras le miraba, todavía sin creerme que hubiera dicho mi nombre.
–Bueno, pues Eirin, de ahora en adelante estarás todos los días a mi cargo, ya no tendrás que ordenar libros, ¿de acuerdo?- Me dijo sonriendo con suavidad, mientras se apartaba uno de sus mechones rosas de su rostro.
Yo simplemente asentí, ¿qué iba a hacer?
No quería dejar de ordenar libros, me gustaba hacerlo, me gustaba pasear por los tranquilos pasillos de la biblioteca.
Pero no lo iba a hacer más, por culpa del pelirosa ese.
Estuvimos charlando un rato más después de eso, aunque yo tan solo podía pensar en eso.
Cuando acabó la reunión, todos nos levantamos, pero, antes de que pudiera irme, Ji Yong me llamó.
-Eirin, tengo que explicarte un poco ese oficio de secretaria que tendrás conmigo, para que mañana no tengas ninguna duda. ¿Vale?- Dijo él aún sentado en una de las sillas de la sala.
-Claro, dígame. - Le dije sonriendo falsamente. Quería irme de ahí lo antes posible, quería pasar mi último día entre los libros tranquila.
Sacó una pequeña agendita y me la dio. La cogí y la abrí. Él empezó a decirme todo lo que estaba escrito, pero más explicado. -Bueno, mañana me gustaría que estuvieras aquí a las nueve, necesitamos ir a la Universidad nacional de Seúl, ya que mañana tenemos que llevar unos cuantos libros de medicina que han pedido. –
-Pero, si se los llevamos... Apenas tendremos aquí. No todos estudian en esa universidad. – Dije sin apartar la vista de aquella agendita.
-Bueno, ellos nos van a pagar bastante. – Dijo él sin inmutarse.
-Pero si se pueden comprar unos nuevos, estos ya son antiguos. –
-Bueno, con ese dinero podremos comprar nuevos libros, ¿no lo has pensado? – Dijo mirándome fijamente.
-Pero... Bueno, vale. Usted es el nuevo director de la biblioteca. Si está haciendo esto es porque sabe que será algo bueno.- Dije algo cabreada. Los libros de la biblioteca nunca se habían vendido, llevaban años ahí. Habían pasado por cientas de manos diferentes, y ahora solo pasarían por las manos de los que pudieran permitírselo. Todavía me quedaba un día para ser su secretaria y ya le estaba empezando a odiar.
-En cuanto terminemos tenemos que ir a visitar una nueva biblioteca, que es pequeña, pero que quiere ‘’afiliarse’’ con nosotros. Así podemos pasarle algunos libros y la pequeña pasarnos también algunos libros. – Dijo Ji Yong. Yo asentí con suavidad.
-Y por ahora nada más, pero tendrás que estar en el segundo piso, en una de estas salas, tendrás un pequeño despacho y tendrás que atender llamadas. Te iré pasando algunos papeles para que los revises y se lo pases al resto del personal. ¿Entendido?- Dijo mientras se levantaba de la silla y se echaba el flequillo hacia atrás.
-Sí, daré lo mejor de mí. Ahora si me disculpa, volveré a mi puesto de trabajo. – Le hice una reverencia y salí de la sala, no quería verlo, pero desde mañana tendría que hacerlo durante todos los días.
Para mi desgracia terminó mi turno. Ya era hora de salir de la biblioteca: en una hora la cerrarían hasta mañana. Me dirigí hacia el pequeño cuarto en el que estaba mi casillero y cogí mis cosas.
Salí de la biblioteca y me dirigí hacia el metro. Seguro que a estas horas estaría lleno de borrachos, pero qué le iba a hacer. Gajes del oficio.
Bajé las escaleras y tique para poder pasar al metro. Como siempre, lo hice con el móvil. Seguí caminando hacia los pasillos subterráneos que llevaban hacia las distintas paradas de metro. Pasé, como cada noche, delante de un hombre que tocaba la guitarra. Me detuve y dejé 1000 wons en la funda, delante de él. El hombre me sonrió y siguió tocando. Yo seguí hacia mi parada y justo vi que estaba ahí el metro. Corrí y por suerte conseguí entrar.
Por fin llegué a mi destino. Aquel lugar apestaba a alcohol, como todas las noches.
Subí las escaleras y fui hacia un callejón en el que normalmente no había nadie. Lo iluminaba una pequeña farola. Pero cuando fui a entrar oí como un grito. Me detuve y lo volví a oír, pero esta vez no era un grito era... ¿un gemido?
Asomé mi cabeza y pude ver a una mujer de espaldas, agarrada a un hombre que era más alto que ella, que la estaba... mordiendo.
Me quedé de piedra y vi como el hombre dejaba de morderla y sonreía. En su sonrisa pude ver dos colmillos sobresaliendo y sangre en ellos.
Cuando fui a girarme para poder irme corriendo a avisar a alguien, pisé una lata y casi caigo. Me asusté aún más. ¿Habría llamado la atención de... eso?
No quise saberlo así que en vez de correr para buscar a alguien, corrí para ir a casa.
A medio camino paré y miré hacia atrás, no había nadie. Me tranquilicé y paré de correr. Ya faltaba poco para llegar a casa.
Cuando por fin estaba en el portal del edificio, rebusqué en mi bolso las llaves y cuando justo fui a ponerlas, alguien me toco el hombro.
-Disculpa preciosidad- Dijo esa persona con voz grave.
Quería y no quería girarme, estaba demasiado asustada.
-¿S...Sí? – Dije mientras me giraba con lentitud, mirando poco a poco la cara de aquella persona y, cuando por fin la vi, me paralicé.
1 Opiniones~:
Tulis Opiniones~Vampiros e.e
ReplySigue ya si no quieres morir <3